miércoles, 30 de noviembre de 2011

Libros con famosa

Esta semana pasada en las Lecturas, una foto realmente espectacular de una famosa al lado de sus libros... y... ¡se pueden distinguir los lomos!

Dicho eso, y sin ánimo de ser mala pécora, que repasar los libros de esta foto me ha encantado, está muy bien echa, los títulos de la biblioteca de esta famosa son áridos como un mediodía del sur... son exactamente “libros para gente que no lee”... Supongo que conseguir fotografiar los libros de alguna famosa que fueran “libros para gente que lee” (y que fueran suyos y no de algún familiar; en este caso ya se ve que son suyos), debe ser como pedir peras al olmo...  Parece que las famosas de este país, a pesar de poseer suntuosas bibliotecas, lo que se dice demasiado no leen... Cosa que, por otro lado, no debería sorprender a nadie... Quizá algún día lo veamos, esto... Dicen que la esperanza es lo último que se pierde...

martes, 29 de noviembre de 2011

Resituación

Tengo la intención de “hacer obras” a mi escritura (a las palabras que escribo, no a la imagen del blog); quiero resituar mi relación con el texto.

Estaré pensando en ello unos días, como aquella que planifica el pavo navideño; debo resituar el punto de condimento del blog (resituar las cerecitas del pastel).

A ver si aprendo a escribir bien de una vez... ( ...lo que debe trabajarse es el texto...)

A pesar de ello, veo difícil no publicar igualmente mientras pienso en ello, como la taquígrafa que piensa en su artista de cine preferido (desnudo) mientras toma el dictado.

Es difícil, después de tantos años, cambiar la manera de escribir, y hacerlo, además, a partir de las premisas que has sabido siempre. No quiero cambiar mi manera de escribir; la quiero vitaminar, pero sin hacerla pesada. Quiero conseguir una escritura ligera como una flecha, pero cargada de significado como un rayo de Zeus... Y me parece que para conseguir algo así debo pensar un poco en ello...

domingo, 27 de noviembre de 2011

El significado de la poesía

Hace poco leí Ecce homo, aprovechando una reciente traducción al catalán que ha salido hace poco. Lo leí tres veces, entendí el significado de todas las frases; todavía me pregunto de qué va este libro...

Lo único que me quedó claro es que Nietzsche se sentía muy solo; solo de una soledad lunar. Pero... ¿no es eso algo que nos pasa a todos?

Ahora, a buen seguro que hay pocas personas que hayan aprovechado su soledad para escribir tan bien. A pesar de entender el significado de todas las frases no comprendí el significado del libro. Eso sí, la prosa es espléndida.

¿Creéis que empezar por este libro es empezar la casa por el tejado y que antes debería haber leído alguna otra obra de este autor? Me parece que de aquí a un tiempo, si es que jamás llego a hacerlo, tendré que volver a intentarlo.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Síntoma de nuestro tiempo

... parece que no valga la pena esforzarse por nada que no sea ser cortesana o jugador de fútbol...

... modelos de éxito basados en el arribismo y la fuerza bruta...

viernes, 25 de noviembre de 2011

Lectores

... el sueño de mi vida era tener lectores, no publicar un libro... sólo que hasta hace bien poquito publicar un libro era la única manera de tener lectores... pero ahora ya no lo es... ¡y tengo lectores!

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Políticamente correcto

La mala literatura está llena de sentimientos nobles.”

 André Gide

martes, 22 de noviembre de 2011

Modelo a seguir


Carmen Martín Gaite siempre ha sido muy importante para mí. Ha sido mi modelo a seguir en la escritura todos estos años, la figura en la que me he inspirado.

La descubrí cuando de adolescente fui de camping con unas amigas a un lugar turístico de la costa.

En los quioscos de allá había pocos libros y en el momento de querer comprar uno aquel me pareció el único potable. Lo compré más como refugio que otra cosa, e intenté empezar a leerlo enseguida, pero aquello allí se reveló imposible y tuve que esperar a llegar a casa. Una vez lo hube acabado de leer decidí que quería leer más libros de esta autora. Haber encontrado aquel libro fue la única cosa buena que tuvieron a aquellas vacaciones, que, por las demás cosas, fueron una buena enseñanza de hasta donde puede llegar la miseria humana en esto que llaman “amistad”. Salí de allí con la idea que yo no servía para las relaciones sociales y que era mejor que me refugiara en mi mundo y me dedicara a leer y a escribir, que eran cosas que me hacían sufrir menos.

Al cabo de un tiempo, cuando yo ya había leído uno cuantos libros de Carmen Martín Gaite, tuve la suerte de encontrarme en unos grandes almacenes franceses de la metrópoli una exposición de sus libretas, muy pulcras y mostrando su caligrafía redondeada y sin tachaduras, que se podían leer perfectamente. Ella llamaba a esas libretas sus “cuadernos de todo”. A mí, que soy fetichista de las libretas, aquella mini-exposición me robó el corazón.

Finalmente, el curso 1998-1999 conseguí ir a una conferencia suya. Estaba lleno de gente que la admiraba y fue la primera vez en nuestro país que un acto se retransmitía por la red, cosa que en aquel momento parecía quien sabe qué. Después de explicarse durante un rato se hizo un turno de preguntas y no sé si alguien le debió preguntar como se lo había hecho para escribir tanto y tan bien, y cuando ella intentaba dar una respuesta, saltó una señora del público que también era escritora que era amiga suya y le dijo, en voz alta para que la oyera todo el mundo: “Has trabajado como una negra”. Aquella frase fue lo que más me quedó de la conferencia: “has trabajado como una negra”, y caló en mi inconsciente que para tener detrás una trayectoria de novelas publicadas con éxito, artículos y traducciones como la que tenía Carmen Martín Gaite se tenía que trabajar muchísimo.

Y desde entonces estoy en ello.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Bando

A quien le pueda interesar:

Se hace saber que a partir de mañana se vuelve a hablar periódicamente de fútbol en este blog.

Tachín tachín.

He dicho.

domingo, 20 de noviembre de 2011

La llama

Keats: "fuiste fuego".

Lo dice Borges.

Y tiene razón.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Yo también reflexiono

Aprovechando el día de hoy para reflexionar sobre los políticos, da la sensación que si un militante o un cargo de cualquier partido político debe escoger entre el bien de su partido o el bien del país, no tendrá dudas... (o como mínimo estas dudas no conducirán a los mismos resultados que si fuera un ciudadano normal quien escogiese). Da un poco de miedo, esto. Y mucho asco; la política da asco.

[Por cierto que yo estaría a favor que se hicieran más a menudo jornadas de reflexión, sobre cualquier tema; nos podríamos dedicar a pensar sobre tantas y tantas cosas... Pero debería ser una reflexión no patrocinada por el estado sino por el querer individual de cada cual. Hoy en día, no hay nada que esté menos de moda entre las personas comunes que reflexionar... Se considera calentarse la cabeza. Y en cambio no se dan cuenta que aquellos que nos dirigen (que no son lo políticos), reflexionan muchismo...]

viernes, 18 de noviembre de 2011

El mayor de los pecadores

Las que quiero que sean mis últimas palabras:

_ Ya era hora. Voy a decirle a Dios que protesto por el tinglado que tiene montado aquí abajo...

_ ¿Tratando de tinglado la creación? No creo que seas merecedora de ir al cielo...

_ En este caso, a buen seguro que el infierno y el “tinglado” no son muy diferentes...

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Comparaciones

... resulta curioso: un peón de almacén, una dependienta, o un repartidor de pizzas comparan lo que ganan con lo que gana un periodista, y rápidamente llegan a la conclusión que con lo que ellos ganan son unos “matados”...

... en cambio, los periodistas, con quien se comparan es con los deportistas, concretamente con los jugadores de fútbol, pero no con todos, sino con los que ganan un potosí... y ellos mismos también acaban llegando solitos a la conclusión que con lo que ganan son unos “matados”...

... o sea que todo es relativo y nunca estamos contentos...

martes, 15 de noviembre de 2011

Información instruccional

... por precaución, procuro no hablar de política, religión o fútbol...
... pero que no hable de ello no significa que no tenga nada que decir...

... me parece que es mejor ser prudente y curarse en salud...
... tampoco tengo el blog para meterme en líos...

... pero que no las ponga sobre el papel...
... no quiere decir que estas opiniones no existan...
... o que sean las que creéis...

... o sea que no me pongáis palabras en la boca...
... ni deis nada por supuesto...

domingo, 13 de noviembre de 2011

Coda al post de ayer

Una cosa es escribir para ganarse la vida, y otra muy diferente es simplemente escribir...

sábado, 12 de noviembre de 2011

Al detalle

Los periodistas son personas que tienen vendida su capacidad para expresarse bien, sea oralmente o por escrito; generalmente la tiene vendida al poder.

Los escritores de best-sellers son personas que tienen vendida su capacidad para escribir de manera entretenida; generalmente la tienen vendida al mercado, al público, a l’arte de masas.

Para que alguien compre tu capacidad para expresarte bien hace falta saber mucho. Todos los que tienen vendida su capacidad para expresarse bien, saben mucho, y sobre todo saben mantenerse dentro del registro que pide el medio en el que se venden.

O sea que casi solamente puedes ganarte la vida como escritor si sabes expresarte muy bien y si tienes vendida tu capacidad para saber mucho.

* * *

Lo que parece que a veces se olvide es que, aunque no te ganes la vida escribiendo y no sepas lo suficiente para que alguien quiera comprar tu capacidad, o no quieras escribir en el registro que tiene salida comercial, puedes escribir igual, para ti mismo, lo que tu quieras...

Y esta es la razón para escribir: poder escribir lo que tú quieras, lo que necesites escribir.

Y aquí es donde entra este invento maravilloso del siglo XXI que son los blogs, que permiten publicar lo que escribes para ti mismo; antes llegar a los lectores sin pasar por el filtro del poder o del mercado era mucho más difícil. Y eso lo digo incluso sabiendo que los blogs ya no están de moda y que la mayoría tenemos pocos lectores, incluido el mío. Siempre he pensado que es mejor tener pocos lectores, pero tener alguno, que tener lo escrito guardado en un cajón. Quizá nadie te lee, pero si lo tienes publicado existe la posibilidad que alguien, un día u otro, lo lea. Eso es fantástico. Sientes que lo que escribes no cae en saco roto.

O sea que para ganarte la vida escribiendo debes hacerlo muy bien y debes saber venderte al poder a o al mercado, pero para solamente expresarte no hace falta ni que lo hagas muy bien, ni que te vendas. Puedes permitirte el lujo de ser micro-minoritario.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Explicación

(el título de ayer se refiere a la llamada de la celulosa con que se hace el papel, el papel con que se hacen los libros: a la llamada de los libros; parafrasea el título de la novela de Jack London La llamada de la selva)

jueves, 10 de noviembre de 2011

Llamada por un libro

Escuché una entrevista a Arturo Pérez-Reverte. A los veinte años me gustaban muchísimo sus libros, y además todavía lo encuentro muy atractivo y pienso que sabe hablar muy bien, sabe decir las verdades. Me gustó mucho lo que dijo de no creer en ninguna bandera, en el peaje que todavía está pagando el estado español por los malos gobernantes que tuvo en siglos pasados, el  equiparar al periodismo a la actividad de las personas que venden su cuerpo.. Su gran hallazgo es este espadachín solo con su espada... Es un gran hombre y me alegro que venda muchos libros. Está bien que cree un tipo de best-seller que haga pensar y que no sea para ignorantes absolutos. A pesar de todo, ya hace mucho tiempo que no lo tenía en la cabeza, a él o a sus libros... Ya no leo lo mismo que cuando tenía veinte años... Incluso no leo lo mismo que cuando tenía treinta...

La entrevista que le hicieron ayer no me sirvió para contagiarme las ganas de volver a ponerme con sus libros (los primeros que escribió los leí casi todos), sino que la entrevista que le hicieron ayer me sirvió para contagiarme las ganas de leer a... ¡Quevedo!, este hombre del que Borges dice que es menos un hombre que toda una literatura, y del que he leído algún soneto en alguna antología (quedando muy convencida), pero no le he leído nunca ningún libro suyo entero. Hace tiempo que lo tengo en el punto de mira; sobre todo su poesía.
                  
La manera como Pérez-Reverte habló de Quevedo me acabó de convencer, sino lo tenía ya en la cabeza, de la absoluta necesidad de conocerlo. Pérez-Reverte supo tocar el punto sensible de una de mis lagunas literarias, y me hizo venir muchas ganas de ponerle remedio. Quevedo... espérame, porqué tarde o temprano caerás en mis manos...

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Bloqueada para la ficción

Soy una escritora bloqueada por la ficción. Me explico: desde el año 2007 no he vuelto a escribir espontáneamente nada que pueda considerarse “ficción”, no he vuelto a inventarme ninguna historia como las que he incluido en Herba de paraules [poco a poco iré publicando todos los textos en castellano]; desde el año 2007 sólo he escrito el blog, que tiene un fuerte componente autobiográfico, y en el que, aunque aliñe las historias a mi manera, no me invento nada.

La medicación que tomo, así como el hecho que yo no me interese leer “ficción”, me parece que tienen mucho que ver: la medicación me impide “inventar”, para que no me intente cosas que no son y las confunda con la realidad, y los libros que leo han ampliado mis horizontes de lectura, que antes se reducían casi exclusivamente a la novela.

Cuando pensé en ser escritora, evidentemente, pensaba en ser una escritora de ficciones; concretamente siempre había querido escribir una novela.

Este post ya lo había escrito, aunque bajo otras formas.

La conclusión es que, para el futuro, debería replantearme si escribir una novela es lo que quiero, o no.

martes, 8 de noviembre de 2011

La marca de la contemporaneidad

La vulgaridad es la dictadura de la masa.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Objetando de la propaganda electoral

Por lo que se ve estamos en campaña electoral y durante quince días harán anuncios de propaganda electoral a toda pastilla por la radio... Me hago un firme propósito: llegar al día en que se acaben estos anuncios sin haber escuchando ninguno. ¿Vosotros creéis que una persona que tiene todo el día la radio encendida como yo puede conseguir algo así? (El tema de las elecciones no me interesa nada de nada. Pero no porqué las elecciones sean en España y no quiera saber nada de España –el tema del independentismo me parece otra gran zanahoria de porex-pan para generar división y frustración-, sino porqué creo que nuestra democracia es una charlotada –tanto la catalana como la española- y creo que nuestros políticos no mandan absolutamente nada, solamente hacen el papel. Paso.)

Si consigo pasar los quince días sin oír absolutamente nada de la campaña electoral por la radio, ¡me auto-obsequiaré con una gustosa piruleta!

sábado, 5 de noviembre de 2011

La balada triste de la vida nocturna

Ir a la disco no me gustaba, y algún día explicaré porqué iba si no me gustaba nada de nada ir, lo odiaba. Pero, si no hubiera ido nunca a la discoteca ahora lo idealizaría y creería que me he perdido algo no yendo, como les pasa a las chicas de mi edad casadas y con hijos muy jóvenes que creen erróniamente que han renunciado a algo por no haber tenido jamás “vida nocturna”. Yo salí esporádicamente unas cuantas noches de sábado, durante un curso, cuando estudiaba, no se puede decir precisamente que haya hecho nunca “vida nocturna”. No me gustaba y era parte del autosabotage que me hacía a mí misma, ya que detestaba salir por las noches. He pasado por “la noche” de puntillas, pero he intuído lo suficiente de la vida nocturna para saber que este mundo no me tira, no me tiraba entonces y no me tira ahora. Ahora, entiendo que la vida nocturna tiene una especie de aura que hay quien cree que se pierde algo si no la ha hecho nunca, una idea que yo pienso que no es cierta. Entiendo que todo el mundo tiene sus gustos y sus prioridades en esta vida, y pueden ser diferentes de las mías y no pasa nada, pero encima de la rutina de cada día acostumbramos a idealizar lo que no hemos tenido, o no tenemos en este momento. Sentimos el anhelo de algo vago que no sabemos que es y pensamos que esto es lo que queremos. Tener crisis de estas cuando te vas haciendo mayor es lo más normal del mundo: si tienes hijos y una familia hechas de menos la vida nocturna, si vas a cerrar bares echas de menos una familia y unos hijos. Los hay que no renuncian ni a una cosa ni a la otra, con el subsiguiente sufrimiento de los hijos; tampoco soy nadie para juzgarlos. Lo que es yo, sólo espero que en futuro nadie pueda volver a obligarme a ir a lugares que no me gustan.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Las grasas en el punto de mira

En el libro El dectective en el supermercado se dice que el “demonio mayor” de la alimentación moderna son las grasas. Y es verdad. Cuantas veces no nos han dicho que las grasas son malas y cuantas veces no se nos anuncian productos que pretendidamente no tienen grasas (lo que no dicen es si tienen o no tienen sustancias peores...). Para un observador poco atento podría parecer como si el ideal de una alimentación sana fuera “ingerir cero grasas”.

Esto no es exactamente así. En la escuela nos explicaron que las células del cuerpo se alimentan, a grandes rasgos, de grasas, azucares y proteínas, pero que existen unas células concretas de los ojos que solamente pueden alimentarse de grasas, que no aceptan azucares o proteínas. Yo no soy científica y no sé si eso es exactamente así, pero lo recuerdo así. Pero, si eso fuera verdad, si estas células del ojo solamente aceptaran grasas, querría decir que las grasas no son exactamente el “demonio mayor”, y que el ideal no es precisamente “ingerir cero grasas”...

Los alimentos son una cuestión de medida, pero, por alguna razón (seguramente la necesidad judeocristiana de hacer penitencia) nos venden prohibiciones. Las grasas no son buenas o malas en sí, sino que son como todo: depende del uso que hagamos de ellas. No abusar de las grasas (que yo estoy de acuerdo que debe hacerse) no es lo mismo que “ingerir cero grasas” (que como ideal nutritivo es una tontería). Los alimentos son una cuestión de medida, no de prohibiciones, y no debemos de usar la alimentación, y la ingestión de grasas en concreto, como método sencillo y práctico para auto-flagelarnos y hacernos sentir culpables. Comer sano y con medida no es lo mismo que no comer.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Auto-discusión

Hoy quiero discutirme a mí misma.

Ayer dije: “Es la noche quien dice la verdad”. Esta frase no es mía, está sacada de otro escritor. (Quizá alguien se había dado cuenta, quizá alguien se da cuenta que a veces –no muy a menudo-  en mis textos intercalo frases que no son mías. Si alguien se da cuenta y sabe de donde vienen estas frases – cada cual proviene de un origen diferente-, le felicito, porqué quiere decir que tiene un bagaje de lecturas superior al mío. Me siento muy honrada de tener lectores así. –Ahora, de los lectores que no lo adivinan también estoy muy honrada, ¡sólo faltaría!-) Como frase sacada de otro escritor que hago mía, se podría pensar que estoy de acuerdo con ella: “Es la noche quien dice la verdad.”

En principio, yo creía que era así, que estaba de acuerdo, sobre todo estaba de acuerdo con la poesía que tiene la frase... pero, me lo he pensado dos veces. Como persona que no ha salido de noche los últimos diez años, como persona que ha salido poco de noche en su vida, y como persona que no “cree” en la noche, no puede ir por el mundo diciendo que pienso que la noche es quien dice la verdad... Mi verdad es diferente.

Imaginaros una pareja que se conoce en una noche loca y pasan la noche juntos. ¿Es la noche quien les dice la verdad de su relación? No, es la madrugada. Después de lo que hayan podido hacer de noche, será la madrugada quien les dirá la verdad de su relación, la primera mirada al despertar: cuando despierten sabrán si están enamorados o si no quieren volver a verse. Por tanto, quien dice la verdad no es la noche: es la madrugada. Es el alba quien dice la verdad.

Como persona que se levanta con las primeras luces del alba y que “cree” en las madrugadas, cambio la frase prestada que puse ayer de “es la noche quien dice la verdad” –que había tomado prestado porqué me había pareció muy poética-, por esta otra de cosecha propia: “es el alba quien dice la verdad”.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

La noche: magia y trampa

Una vez una persona me preguntó si no me sabía mal haber renunciado a “la noche” para ser escritora... (Más cuando muchos escritores hacen de su asiduidad a los bares de copas una parte más de la imagen romántica que quieren transmitir como escritores: es escritor torturado y lleno de vicios, que bebe para olvidar una pena profunda que ni la noche ni la escritura pueden curarle... Pero aquí ya estaríamos hablando de escritores hombres, me parece que hay pocas mujeres escritoras que vayan a bares de copas de noche... ) A pesar de eso, yo no tengo conciencia de haber renunciado a nada por no salir de noche... Al contrario, me alegro mucho de no tener que hacerlo... Como decía una vecina un poco bruja que teníamos hace años: “Por la noche todos los gatos son pardos...”.

Pero... es la noche quien dice la verdad. De noche, el ritmo de los urbanitas se suaviza y es la hora de “confraternizar” por excelencia, después de un duro día dedicado al trabajo... Renunciado a la noche también renuncio a saber muchas cosas escondidas sobre las personas, muchas verdades que durante el día no se ven o que bajo el sol son de otra forma... La fauna oculta de la noche es una de las cosas que más ha fascinado a los escritores desde tiempos inmemoriales... muchos han sacado precisamente de estas experiencias nocturnas el material de su escritura... (Ahora, salir de casa buscando “material de escritura”, sea de día o de noche, no es el tipo de cosa que yo haga como escritora... aunque siempre esté observando el mundo como escritora.)

Pero, independientemente de la experiencia que pueda tener de la vida nocturna, no hay nada como despertar de buena mañanita con las pilas cargadas de vitalidad presto para empezar a hacer aquello que te apasiona... Tengo la teoría que sólo buscas algo más en la noche si durante el día no tienes una vida satisfactoria. Si durante el día haces lo que te gusta, no te sabe mal ir a dormir prontito y renunciar a los divertimentos nocturnos... La misión de una vida nocturna alocada, con mucha droga y bebida, es compensar los sinsabores del día, pero si ya has tenido un día bueno, no hace falta buscar nada más... Ahora, esta es una teoría muy personal y entiendo que haya quien no esté de acuerdo.

En resumen, hago esto tan aburrido de renunciar a la noche no porqué nadie me lo imponga o por razones morales, sino porqué he llegado a la conclusión que esta es la manera de exprimir mejor mi capacidad para leer y escribir. Estar pendiente de una vida nocturna demasiado activa me dispersaria.

Algo que a veces olvido es que a la gente le cuesta mucho menos comprender que seas una borrachina que sale cada noche que no que te quedes siempre en casa, sobre todo en lugares como el que yo vivo, donde los horizontes de la gente son tan limitados, y a la gente le parece que si eres joven y no sales y no vas a discotecas o bares de copas estás RENUNCIADO A UNA PARTE FUNDAMENTAL DE LA EXISTENCIA (¡!), y si no sales les das pena o eres el hazmarreir. Para mí no es así de ninguna de las maneras, pero hace tiempo ya que he renunciado a hacerlo comprender a nadie... Prefiero quedarme en casa leyendo, y eso debo esconderlo más que no si saliera a drogarme cada noche, porqué se comprende mucho menos...

martes, 1 de noviembre de 2011

Catarsis

Todas las penas pueden soportarse si las ponemos en una narración o las utilizamos para explicar una historia.”

Isaak Dinesen (Karen Blixen)

No sabeis cuánto me gustaría comprovar esto por mí misma...