domingo, 28 de febrero de 2010

Acción de gracias

Una vez leí de un héroe medieval que continuó luchando con su espada en una mano mientras se aguantaba los intestinos deshechos en la otra. Me atreví a insinuar que, por grandes que fueran mis desgracias, yo todavía no había llegado a este punto, al punto de tener que continuar luchando con los intestinos en la otra mano, y que por tanto no podía quejarme. Hubo quien se rió de mi estoicismo. Por ello, pienso que si hoy digo que quiero dar gracias por las comodidades materiales que en nuestro mundo solemos dar por descontado: tener un techo, una cama, electricidad, agua corriente, calefacción, provisiones en la nevera... y por no tener que salir de casa a media noche con las manos en la cabeza porqué la tierra tiembla o hay un incendio o una bomba, si digo que doy gracias por todo ello, estoy segura que habrá quien me saldrá diciendo que soy una burra, que todo el mundo tiene derecho a un hogar, que eso se da por descontado, que dar gracias (¿a quién?) es hacer el triste papelote. Ya me lo han dicho alguna vez, de hecho. Me da igual. Yo doy gracias.

sábado, 27 de febrero de 2010

El misterio best-seller

Estoy leyendo El fenómeno best-seller, de David Viñas Piquer. Los primeros capítulos me gustaron mucho, y me enteré de la existencia de muchos libros que no conocía y que creo que podrían ser interesantes de leer (libros de ensayo, quiero decir). Luego vino la parte en que los escritores de best-sellers se defienden de escribir libros malos. A mí me sobró un poco esta parte, porqué no creo que los best-sellers sean libros malos, al contrario, los admiro. Creo que todo aquello que conecta con un gran nombre de personas está “inspirado” por alguna fuerza que se escapa al mismo escritor. Porqué, ni los escritores de best-sellers, ni el señor Viñas, saben porqué un libro se convierte en best-seller, no saben por qué aquel libro en concreto y no otro. En este libro, se enumeran algunos elementos que por lo que parece, son comunes a muchos best-sellers. Pero no están matemáticamente repartidos en todos en la misma cantidad, por tanto no se puede hablar de método o fórmula, sino de rasgos comunes combinados de diferentes maneras, que es otra cosa. Y de eso me quejo, precisamente. Todos los best-sellers analizados poseen alguno de los elementos que el libro dice que ha de tener un best-seller, pero no todos los libros poseen todos los elementos, ni en la misma cantidad. Por tanto, su pretensión de “poner al descubierto” la fórmula no se consigue. Lo máximo que se identifican son unos rasgos comunes. Y la conclusión a la que llego, antes de haber leído las conclusiones del libro, y quizá entonces pensaré diferente, es que no existe una fórmula. Que en realidad, ni el autor ni nadie sabe porqué este libro sí. Puede haber una cierta familiaridad entre estos libros (familiaridad que un libro como este pone al descubierto muy acertadamente) pero el fenómeno continúa siendo un misterio.

También querría distinguir entre best-sellers y best-sellers. Querría distinguir entre el best-seller puro, el libro que se pone de moda espontáneamente a través del boca-oreja, y que normalmente no es un best-seller planificado, y el libro que es best-seller inducido porqué es la obra siguiente de un autor que antes ha sido best-seller, que normalmente (no siempre, pero normalmente) suele defraudar en cuanto a vendas, a veces también en cuanto a lo “inspirado” que está... aunque eso todavía se suele reconocer menos. Best-seller de un solo libro hay muchos. Best-sellers de toda una obra hay muy pocos. Y incluso autores de toda una obra que es best-seller a cada libro, tiene un libro en concreto que se ha vendido mucho más que los demás, y no saben por qué.

En este libro se dice, por ejemplo, que Harry Potter es best-seller por la parafernalia mediática que le acompaña, y eso no está bien explicado. Primero, después que la rechazaran en doce editoriales, salió el primer libro de Harry Potter, y tuvo un cierto éxito en el boca-oreja, por ello se publicó el segundo y el resto, pero la verdadera explosión de la saga no fue hasta el cuarto libro, entonces, a la espera del quinto, la saga de Harry Potter se convirtió en un auténtico fenómeno. Y eso pasó en todos los países, el primer libro ya tuvo éxito, pero ha sido a partir de la publicación del cuarto libro que se desencadena la harry-potter manía. A partir de aquí, es cuando a cada nueva entrega se ha hecho la parafernalia mediática a la salida de cada libro, para aprovechar el tirón de algo que ya tenía éxito, y no al revés, parafernalia mediática que no se hizo al principio, y parece que ya nadie se acuerda, sino que fue el boca oreja a partir del cuarto libro que lo hizo tan exitoso. Lo que quiero decir con eso es que los editores saben perfectamente, o deberían saber, que anunciar algo que no tiene tirón no sirve de nada, y que anunciar algo que ya tiene tirón puede ser miel sobre hojuelas. Ahora, “planificar” el tirón... Como mínimo eso creo, y no digo que un publicista de verdad que trabaje con el tema no pueda contradecirme. [Digo todo eso de Harry Potter con la boca pequeña, basándome en cosillas que he leído aquí y allá, pero no pondría la mano en el fuego por ello. Recuerdo muy bien que una vez había leído que el google se llamaba google porqué estaba inspirado en Gógol... y tuve que callarme. ¡En la wikipedia no lo pone! Pero yo lo había leído, eso, y no hay nada que me convenza que es menos verdad que lo otro. También he leído esto sobre Harry Potter, eso del cuarto libro. Pero no tengo elementos para juzgar si sólo es un rumor... o si la wikipedia dice otra cosa.]

No es que diga que los best-sellers no se puedan planificar, porqué seguro que hay libros planificados para vender que venden mucho. Sólo digo que aquel libro que arrasa, que se pone de moda, que todo el mundo quiere leer... eso es un fenómeno, y que ni la gente que se dedica a ello saben exactamente como funciona. No digo que alguien, después de haberse zampado 150 best-sellers, no pueda ser capaz de escribir un best-seller. Hay rasgos comunes. Pero me parece que el auténtico éxito es imprevisible, y por más que autores, editores y críticos se esfuercen, no saben por qué. (Y aunque este libro diga lo contrario, me parece que cada libro que es best-seller lo es por sus propios motivos.)

viernes, 26 de febrero de 2010

El antipático Goliat

Podría parecer muy ingenuo, pero este año no quiero que el madrid gane nada. Y no porqué sea del barça, sino por lo que significaría subliminalmente. Significaría que el éxito se puede comprar. Que te puedes gastar un dinero (que además, no es ni tuyo) reventando el mercado y que puedes intimidar a los periodistas y callarles la boca. Y que todo eso lleva al éxito, que hace que se perdone el método. El fin justificaría los medios, si se consiguiera el éxito de esta forma. Pienso que sería muy injusto para la gente que no puede endeudarse millonariamente y que debe luchar cada día para levantar su propio éxito, que se le estaría enviando un mensaje erróneo. Yo creo que no todo puede comprarse, que también se debe trabajar, que se debe estudiar, que se debe saber algo de la materia que se trata. Simplemente no me gustaría que ganara el madrid porqué me haría volar la teoría por los aires. Y de acuerdo que el barça también ha hecho una gran inversión basándose en el dinero... Pero, si habiendo invertido mucho menos ganase al que ha invertido más, indecentemente más, ¿esto no sería un mensaje fantástico? Ahora, me da miedo, mucho miedo... Me da miedo que la fuerza del dinero porqué sí se acabe imponiendo. Y es fácil criticar los métodos del madrid, porqué el madrid son los malos, y es evidente que los malos lo hacen mal... pero tampoco quiero entrar a valorar si fuera el barça el que hubiera hecho la inversión indecente (y en cualquier momento puede hacerla), si pensaría que es un “mensaje fantástico” que no gane... De todos modos, a mí lo que me gustaría es que pudiera ganar la liga un equipo modesto, ¡y fuera posible dejar todas estas inversiones millonarias con un palmo de narices!

jueves, 25 de febrero de 2010

Cuestión de talento

Un talento del ayuntamiento de Salt, ante la oleada de robos, dice: “de acuerdo que hay quien pasa hambre, pero eso no justifica el ir a robar...” Perdonad que os diga, pero, si yo pasara hambre, ¡quizá sí que encontraría justificado el “ir a robar”!

miércoles, 24 de febrero de 2010

La vieja historia

A lo largo de estos cuatro años de hacer el blog, han sido muchas las veces en que he estado tentada de dejarlo correr. Por culpa de eso he abierto y cerrado un montón de paraditas, y estoy segura que los lectores del principio, después de tantas idas y venidas, ya me han perdido la pista. Desde el principio de hacer el blog la intención ha sido siempre escribir y ser leída, no ligar o hacer amigos imaginarios, aunque también he ligado y he hecho amigos imaginarios y me lo he pasado muy bien interactuando con los demás jugadores de este juego virtual que es el blog. Pero el objetivo no era interactuar socialmente sino escribir y ser leída. Me parece que es eso lo que quería y que es eso lo que he conseguido. Por tanto, supongo que sería un poco absurdo dejarlo correr ahora... También sería un poco absurdo trasladarme a otra paradita y marear una vez más a los lectores. Pues nada. Después de unos días de medio mandar el blog al garete (¡ay!), a ver si soy capaz de continuar como siempre...

(Por cierto, he recortado la posibilidad de hacer comentarios porqué hay un pesado que... ¡pesado! ¡que eres un pesado!)

viernes, 19 de febrero de 2010

Apuesta

He visto Nine. Para mí, Marion Cotillard es la nueva Audrey Hepburn.

jueves, 18 de febrero de 2010

Inconsciencia del inconsciente

Me parece que sufro una crisis creativa. Me parece que todo lo que quería decir ya lo he dicho, y que todo lo que quiero decir es absurdo. Victoria Nelson, en el libro El bloqueo del escritor, dice que si no escribimos es porqué todo nuestro ser ha decidido no escribir. O sea que, además, soy yo, es mi inconsciente. A la postre. Pues nada. Pues eso.

martes, 16 de febrero de 2010

Apretando el botón

Temo que esto del primer post de la mañana sea como el primer cigarrillo del día... “Publicar” es muy divertido. ¿Por qué debería renunciar a esta sensación tan espectacular? Pero me estoy quedando sin ideas... No tengo ningún post en la cabeza, esperando para ser escrito... Ya saldrá algo, de acuerdo... pero... ¿y si alguien ha destapado el desagüe de la calidad? ¿Y si no puedo hacerlo tan bien como lo hacia hasta ahora? ¿Hacerlo bien? ¿Calidad? ¿Qué calidad? ¡Yo lo que tengo son muchos humos! Aspiro a todo, pero tampoco quiero contar demasiado sobre mí misma... En fin, que esto es muy adictivo, y es adictivo porqué es divertido, y creo que alguien con estudios debería estudiar si es peligroso... Debería avisarse a la gente antes que empiecen y sea demasiado tarde... Si alguien me hubiera dicho que no podría dejarlo... bueno, habría empezado igualmente, no quiero dejarlo en absoluto... Escribir un post al día no representa ningún problema en mi vida, y en cambio me es una gran felicidad... ¿Puede considerarse socioadicción? Ya digo, alguien con estudios debería estudiar si es peligroso... No es que esté preocupada. No lo estoy. Sólo que... A veces oigo de gente que se ha cansado de ello y lo ha dejado. Normalmente es perqué su vida real ha empezado a ser más divertida que la escritura. Dicho de otra forma: han encontrado pareja. Eso es como el bibliolismo, que la solución recomendada es casarse. No, no, ni he encontrado pareja ni pienso casarme. Y tampoco lo haría si eso representara dejar de comprar y leer libros y dejar de escribir el blog... Como consuelo, constato que hay gente mucho más frikis que yo... ¡pensad que los hay que son adictos a escribir entradas de la wikipedia! También son solteros... ¿De verdad que la vida en pareja es más interesante que escribir? ¡Quizá sería cuestión de planteárselo! Bueno, sin bromitas, que yo soy una persona muy seria. Escribo esto, pero en contra de mi voluntad... En realidad, lo que querría estar haciendo es... es... ¿qué querría estar haciendo en vez de publicar un post? Ostras, no se me ocurre nada que me gustase más hacer (a parte de dar un beso a cierta persona, pero eso es una idea de bombero que descarto por demasiado atrevida). Además, tampoco es incompatible con el post matinal. Pero, ¿qué querría estar haciendo? ¿Ver como sale el sol en una playa tropical? ¿Pilotar un reactor? ¿Estar jugando a arreglar el mundo en una ONG? No, definitivamente, no hay nada que me gustase más que estar de mañanita en el ordenador y poder escribir un post... No es como controlar el botoncito rojo, pero casi casi... Apretad el botón, hay quien dice: el mundo se va al garete. Sí, sí, pero primero publicaré mi post.

lunes, 15 de febrero de 2010

Después de la tormenta...

Han sido unos días tormentosos, y el blog ha quedado un poco arrinconado. Más que nada, que me he pensado el blog dos veces. Haré una prueba: intentaré ver cuanto tiempo puedo estar sin escribir ningún post. Me gustaría escribir otras cosas, y el blog se lleva por delante toda mi grafomanía. O sea que nada, de momento pausa, y ya lo veremos. Lo cual no significa que no pueda volver mañana mismo. O no. Ya lo veremos.

domingo, 7 de febrero de 2010

Honda soledad


Me vuelve a la cabeza En el castillo de Argol, y reflexiono sobre qué es lo que me impresionó tanto... No fueron los asesinatos y las muertes, el asesinato y la muerte es algo que me queda bastante lejano... aunque tampoco estoy acostumbrada a leerlo... pero lo que se me clavó y me hizo sentir francamente mal fue este inmenso no tener a quien amar, la honda soledad del protagonista... Eso, tal y como está planteado en este libro, da miedo.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Complemento a la lectura de un libro

Me acuerdo todavía del libro El detective en el supermercado, de Michael Pollan. Me impresionó mucho. Pues bien, ahora estoy leyendo Viaje extraordinario al centro del cerebro, de Jean-Didier Vincent, y en el capítulo cuarto, concretamente en la sección “focus 4”, hay una artículo de Gérard Slama sobre la diabetes que creo que a todo el mundo que haya leído en libro El detective en el supermercado y le haya gustado le puede interesar. Es un excelente complemento de aquel libro, y una se plantea porqué el señor Pollan no tuvo acceso a este artículo a la hora de escribir su libro. Con ello no quiero decir que el libro del señor Pollan le falte algo, el enfoque que da es muy bueno, pero creo que hubiera ganado en rigor científico si hubiera sabido esto. Tampoco es que este artículo le contradiga para nada, sino que le complementa.

El libro El detective en el supermercado se centraba sobretodo en los alimentos, en porqué los alimentos vendidos por las multinacionales son de inferior calidad y producen enfermedades, y eso estaba muy bien, muy bien estudiado y explicado, pero este artículo habla de las personas, explica que las personas, ahora, hacemos mucho menos esfuerzo físico que antes para sobrevivir, pero todavía estamos capacitadas para comer lo mismo, para comer lo mismo que cuando la gente no podía comer cada día y saber saciarse y tener reservas era una ventaja para la supervivencia. Lo que dice este artículo es que los humanos somos animales preparados para gastar mucha energía tras las presas y a no comer siempre que tenemos apetito, y en cambio en el mundo actual para la mayoría de la gente es todo lo contrario. Eso no contradice en nada el libro que leí primero, pero es un dato a tener en cuenta que pienso que lo complementa muy bien. Es decir, que no toda la culpa es, como decía el señor Pollan, de las multinacionales alimentarias, sino que hay otros factores que nos hacen enfermar; la prosperidad misma nos hace enfermar. Me habría gustado que lo que dice este artículo me lo hubiera dicho el libro El detective en el supermercado, y no me hubiera hecho falta leerlo en otra parte... Es más, ¡lo veo tan evidente que me habría gustado que se me hubiera ocurrido a mí!

martes, 2 de febrero de 2010

Rubio ceniza

Yo creía que era morena, pero un día, hace años, cuando era pequeña, mirando un catálogo de mechones de pelo de una peluquería descubrí que en realidad no era morena. Descubrí que el color de mi cabello era el rubio ceniza. ¡Rubio ceniza! O sea, que no sólo tenía los cabellos oscuros, y no del color de la blonda que parece que es el color de las chicas más deseables, ricas y cortitas, sino que, además, no tenía derecho a decir que era una auténtica morena (las chicas inteligentes son morenas). Era rubia, pero tampoco una auténtica rubia: era una rubia no-rubia, una rubia ceniza. O sea, que ni rubia auténtica ni morena auténtica. Se ha escrito mucho sobre las rubias y de las morenas, incluso se ha escrito mucho sobre las pelirojas, pero, ya lo dicen, de las rubias ceniza no se ha escrito nada... Creo que saber eso a una edad tan temprana me traumatizó.

lunes, 1 de febrero de 2010

De oca a oca

Según ha llegado a mis oídos, Pla plagiaba a Montaigne, y Montaigne plagiaba a Plutarco. Por suerte para Plutarco, todos aquellos de los que plagió se han perdido en las brumas del tiempo... Supongo que para ser grande también se trata de tener el buen gusto de saber a quien plagiar... Pero eso debe combinarse con una cosecha propia de calidad, claro.