martes, 30 de noviembre de 2010

Por fin

Bueno, ya tengo la cafetera arreglada... Espero poder volver a exprimir zumo de naranja bien prontito...

martes, 16 de noviembre de 2010

PAUSA

(POR PROBLEMAS TECNICOS)

sábado, 13 de noviembre de 2010

Como cambia

Cierta entidad bancaria de este país ha pasado del “hablamos” a “nos lo quedamos”. Y están dispuestos a quedárselo con la misma atención y diligencia con que antes estaban dispuestos a escucharte...

Deuda acumulada

¿Alguien sabe por qué en España no hay leyes contra la morosidad y las que hay no se aplican? Pues por qué el primer moroso de España es el gobierno español... Esto es un país serio...

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Respuesta

Recuerdo que alguna vez me había preguntado de donde venía el título del mejor libro de Umbral: Mortal y rosa. Bien, pues como ha pasado otras veces, no lo he preguntado a nadie –tampoco tengo a nadie a quien preguntarlo-, pero la respuesta ha venido a encontrarme. Había picoteado el libro de Pedro Salinas La voz a ti debida, pero nunca lo había leído todo. Pues lo hice, me lo leí todo. Pedro Salinas es uno de los poetas que más me gustan, de todos los tiempos, y es curioso porqué no oigo hablar en ninguna parte de él ni sé nada de él o de su vida. No es como otros poetas que son populares y quien más o quien menos sabe algo de ellos (pienso en Lorca, por ejemplo, que también me gusta mucho). Pues si no sé nada de Pedro Salinas, a pesar que haya leído algunos poemas suyos y de que me guste mucho, es sobre todo porqué la información sobre su vida jamás ha venido a encontrarme desde las páginas de un periódico, por ejemplo, o des de alguna biografía que esté de moda, y yo no he buscado nada. Como no sé nada de él, puede concentrarme en apreciar la belleza de sus poemas, que se ajusta especialmente a mi sensibilidad, no sé por qué. Algunos me los sé de memoria. Salinas es un clásico de la lengua castellana. Pues, leyendo a fondo La voz a ti debida, en el último poema se encuentra la respuesta de porqué el libro de Umbral se llama Mortal y rosa. Me doy cuenta que todo el poema debería publicarse al final del libro de Umbral, como unas palabras que el propio autor dirige a su esposa hablando de ese ser querido. Umbral podía parecer un bravucón, pero en el fondo era una persona muy sensible.

martes, 9 de noviembre de 2010

Sueños raros

¿Os acordáis que soñé un unicornio que venía hacia mí? (Lo busqué en internet, pero en la red un unicornio sólo es la excusa para dibujos horteras.) Pues la lectura del poema Y la muerte no tendrá señorío, de Dylan Thomas me hace plantearme si soñar un unicornio no puede significar un viaje un poco más lejano de lo que creía... Los poetas saben estas cosas. Qué ilu. Ya hace casi un año que lo soñé. No sé de cuando debe ser el plazo si la sentencia es una condena... En todo caso, si la palmara, regadme las plantas...

lunes, 8 de noviembre de 2010

Glorias del comercio

Cuando trabajaba en la ferretería, vendíamos unas balanzas ultrasensibles. Según la encargada, eran para que la gente que estaba a dieta pudieran pesar los alimentos. A la hora de la verdad, aquella balaza ultrasensible sólo la vendíamos a los que necesitaban una balanza ultrasensible par a pesar droga. No veas como se emocionaban cuando veían que aquello era capaz de marcar el peso de un folio... ya te digo yo que si quieres pesar queso no te emocionas tanto...

En la carpintería, la jefa montó un pollo a los del local de al lado –un taller de coches- porqué vendían sustancias fumables. Un día me dijo: “estoy contenta porque el papel de fumar lo vendemos muy bien.” ¿A quien se creía que lo vendía, el papel de fumar? En aquella épooca no había estallado aún la crisis y nadie se hacía los cigarillos... Hipocresías de ricos...

domingo, 7 de noviembre de 2010

Más sobre los macarrones. (Tetralogía)

Volviendo a esto del premio, yo encuentro que si te dan un premio debes aceptarlo. Sobre todo cuando antes has dicho que lo querías. Pero decir que lo aceptas para luego dejarlos plantados no me parece bien, por más que los motivos que da para no aceptarlo, a pesar de estar mal redactados, sean bastante legítimos.

Cuando alguien rechaza un premio siempre pienso en Sartre, al que tengo una manía especial. Sartre se cubrió de gloria rechazando un premio muy importante, pero, al cabo de unos años, cuando se encontró sin dinero, ¡lo reclamó! Mejor dicho, no reclamó el premio, reclamó el dinero del premio, que creía que le correspondía. Eso es un intelectual de izquierdas comprometido.

¿Este señor no está de acuerdo con el gobierno? Pues que haga como Thoreau, que no pague los impuestos. Ah, que no pagar impuestos sólo pueden hacerlo los que son muy y muy ricos, que los pobres que no pagamos impuestos vamos a la cárcel... Qué pequeño y molesto detalle. Bueno, rechazaré un premio, que no tendrá ninguna consecuencia negativa para mí y todavía quedaré bien como un artista super-enrollado y super-comprometido. Pero, sobre todo, que todo el mundo sepa lo super-enrollado y super-comprometido que soy y que estoy mucho contra el gobierno al que continuaré pagando mis impuestos como un buen ciudadano... eso si es que no es lo suficientemente rico como para no tener que hacerlo...

Fin de la trilogía

Cuando tenia 10 años, en la escuela, los profesores nos hicieron jugar a las elecciones. Se trataba de decir qué tipo de partido queríamos formar. Se mencionaron las izquierdas. En la clase éramos treinta, y todos –no sólo lo hicieron los enrollados-, todos, levantamos la mano. Teníamos 10 años. Yo, ingenua de mí, pensé: “si todo el mundo quiere de de izquierdas, ¿por qué narices existen los partidos de derechas?” Tenía 10 años.

Con los años lo he entendido. Ay, qué bonito es tener 10 años y tener fe...

* * *

Me hacen gracia los progres que trabajan con corbata, tienen una segunda residencia y un plan de pensiones y son “de izquierdas”...

Me hacen gracia los progres que van a pasar el fin de semana en Paris “en un piso que les han dejado” (¡!) y que son de “izquierdas”... Ah, Paris, qué ciudad más bonita. No hay pobres afeando. Sí, sí, es triste pero hay ciudades donde los pobres “afean”. Sus habitáculos de pobre afean. ¿Sobre qué se ha construido Paris? ¿ Sobre qué dineros venidos de donde se construye la belleza y el lujo de Paris, la luz de Paris? ¿De dónde se saca el dinero para mantener Paris? Ahora, yo soy progre y me voy de vacaciones, a Paris, una de las ciudades más caras del mundo. Pero qué progre y enrollado y de izquierdas que soy.

Todo el mundo está de acuerdo que las pirámides fueron levantadas sobre el sudor de miles de esclavos... ¿por qué la gente no está tan de acuerdo en que el lujo del mundo actual se obtiene del mismo sudor?

Zapatillas y bolso de marca, pero ¡qué progres somos!

sábado, 6 de noviembre de 2010

Hobby: ong. Salvo el mundo.

Me gustaría decir algo a todos estos que creen en la “justicia social”. Estas personas creen que en el mundo hay muchas injusticias y que europa es un oasis de prosperidad, y creen que toda la gente del mundo debería vivir como se vive en europa (no todo al mundo, tampoco). Pero el problema es que la prosperidad de la gente que puede vivir decentemente está fundamentada en la expoliación, explotación y miseria de las otras partes del mundo. Que todos estén bien como nosotros, sí, pero es que nuestro bienestar se basa en que ellos estén mal. El bienestar de alguien siempre se basa en la explotación de otro. ¿Luchar contar eso? ¿Protestar contra las injusticias? ¿Deberíamos salir todos a manifestarnos contra las injusticias del mundo? ¿Se puede cambiar la naturaleza humana? Vuelvo a preguntarlo. ¿Se puede cambiar la naturaleza humana? A mí me parece que, antes de querer cambiar nada y llenarnos la boca con la lucha anti-sistema (¿qué otro sistema ofrecen?), lo que deberíamos hacer es SER CONSCIENTES de una puñetera vez de lo que somos los humanos, de cómo somos. No se trata de cómo debería ser el mundo. Se trata de cómo es. Y es una mierda.
Lo que todo el mundo debería hacer es mirar es una peli inglesa que se llama Gosford Park. Esto es un mensaje anti-sistema honesto.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Doctor en farras

¿Sabéis qué oí ayer por la radio? ¡Que a Guti le han dado un doctorado honoris causa por la discoteca Pachá Ibiza!

jueves, 4 de noviembre de 2010

Adelgazar o no adelgazar

El médico dice que debo adelgazar. Pero yo no quiero dejar de ser yo misma. Amo cada gramo de más de este cuerpo gordito como si fuera el mío. Es como si la acción de perder peso me obligara a desprenderme de una parte de mi alma. Me quiero con mí sobrepeso. No quiero adelgazar.

martes, 2 de noviembre de 2010

Se decía antes...

Todo calla por la peseta o por la bragueta.”

(sabiduría popular)

lunes, 1 de noviembre de 2010

De entierros

Hoy, día de difuntos, querría decir una cosita sobre eso que dicen que morirse es caro, que los entierros son caros. También querría decir que el último familiar que enterramos en casa fue hace diez años.

La gente dice que los entierros son caros, pero sospecho que es porqué quieren ser enterrados como quieren casarse: a lo grande. Cuando la gente se casa, y las bodas son caras, hay poca gente que opte por una ceremonia discreta en un juzgado y nada más. La gente quiere casarse a lo grande, con todos los lujos, todas las iglesias llenas de flores y todos los menús delicatessen posibles. De acuerdo que los invitados ayudan a sufragar una parte el convite, pero en una boda no quedas realmente bien si no aportas más de lo que te aportaran los invitados. Que se vea que los tienes y te los gastas, vaya... O que la familia los tiene y se los gasta. Que nadie pueda pensar que has hecho negocio con la boda de la hija. Pues en los entierros es igual. La gente quiere enterrar a sus familiares y que no falte de nada: el mejor ataúd, las postales más lujosas, coronas de flores a gogo, un pequeño panteón... que se vea en estas muestras externas como querían al familiar traspasado. Y las funerarias no ayudan. Por ejemplo, es posible que el difunto tuviera un seguro, y que en el seguro entrase un tipo de ataúd y unos recordatorios estándar: el de la funeraria intentará convencerte que tanto como le querías se merece un ataúd mucho mejor (que el que ya está pagado) y unos recordatorios mucho mejores (que los que van de serie). Por no hablar de lo que pasa si no tienes ningún seguro. Balzac retrató muy bien en uno de sus libros lo que son estas cosas. Y no es porqué lo diga Balzac. Es que es de esta manera. Así, claro, la factura sube y sube. Porqué, tanto como querías a aquella persona... ¿quién puede pensar en los burdos detalles? ¡Es que parece que si quieres ahorrar en su entierro no le querías! Tanto como te dio aquella persona en vida, ¿no se merece lo mejor? O como mínimo, que los vecinos vean que le das lo mejor. Como dijo una tendera de mi pueblo: “es que si no lo hiciéramos así seríamos muy criticados”. ¡Que nadie pueda pensar que has intentado ahorrar en un entierro!

Ya digo, hace tiempo que no enterramos a ningún familiar, pero estoy segura que si quieres puedes enterrar a alguien gastando unos mínimos, y, si te fijas un poco, la factura puede quedar dentro de lo razonable, por más sacrílego que pueda parece eso. Pero si tenemos en cuenta que un entierro es un acto social y que la gente quiere quedar bien, entonces pasa lo que pasa, y es lógico que las facturas suban y suban. Es de cajón que quedar bien dentro del mundo de las apariencias tenga su precio. Pecuniario.