«He pasado todo este tiempo en medio de
mis tablillas y opúsculos en la más deliciosa tranquilidad. » - Plinio el
Joven
miércoles, 31 de diciembre de 2014
miércoles, 24 de diciembre de 2014
Imperfección navideña o El post de Navidad
Escribir alguna cosa especial por Navidad...
Recordar otras Navidades...
Vivir esta Navidad...
¿Ilusiones?
En fin,
Ir tirando...
* * *
Un día como otro cualquiera,
con un poco más de comida, quizá,
sin regalos superfluos,
y con un poco más de conciencia en la mesa de las presencias y las
ausencias...
Un día más.
* * *
La familia, aquellas personas a quien no has escogido... ¿Sería diferente
si quien me rodeara fueran personas a quien yo hubiera escogido? ¿Si hubiera
formado una familia?
En fin,
ir tirando...
* * *
Pero estoy contenta que la Navidad sea aburridilla como cada año, como
siempre... Vete a saber hasta cuando podrá ser así... Hasta cuando podremos
estar todos juntos...
* * *
Recuerdo una persona, ya mayor, en la fase final, que me dijo una vez que
no “había escrito” porqué precisamente había formado una familia, con todas las
exigencias de falta de tiempo libre para escribir que eso supone... No se
arrepentía de ello, claro, formar una familia siempre es bonito... Pero no
“había escrito”, tal y como había soñado de joven. No había podido.
* * *
Se puede escoger una familia y además se puede hacer seguir la escritura,
me dirá alguien. – Cuando digo algo de esto de “renunciar” siempre me sale
alguien que habla desde un punto de vista superficial, que no ha entendido de
qué va la película de mi vida, y además ve bien poco de la realidad de los que
le rodean. – Tengo muy en cuenta que el concepto “renunciar” (a llevar una vida
social, a formar una familia), no es para lo que se nos prepara, que no está de
moda, que siempre se nos exige hacerlo seguir todo o morirnos de rabia.
Tengo muy en cuenta el concepto de “supermujer” que nos venden los medios,
la “supermadre” que lo hace seguir todo (la relación, la familia, el trabajo).
No creo que haya demasiado de verdad en este mito (porqué es un mito, aunque la
gente se lo crea, y lo repitan muy convencidos y satisfechos; se lo hacen
suyo).
No es cierto, pero. Y, si fuera cierto, mi verdad tampoco pasaría por aquí.
Yo no puedo hacerlo seguir todo. Pero sé que saldrá alguien reprochándome la
renuncia, y diciendo que no es verdad que haga falta renunciar, porqué es la
realidad general en la que nadamos como pececitos: es lo que nos venden los
medios de comunicación; que hacerlo seguir todo es, ya no posible, sino
obligatorio, y que somos “supermujeres”, “supermadres” y “superpersonas”, y que
una mujer puede hacer bien diversas cosas al
mismo tiempo, a diferencia de la otra mitad de la humanidad (¡!), que es
una de las tonterías mayores con las que nos aborregan y nos presionan con
imposibles.
Todo el mundo debería tener claro cuales son sus límites, a qué no tiene
más remedio que renunciar. Yo no tengo una familia como las de los anuncios, y
estoy contenta, no me muero de rabia... Claro que sería bonito tener una
familia escogida para sentarnos en la mesa por Navidad... todos rubitos y
blanquitos... Pero soy consciente que para la mayoría de las personas reales de
este mundo imperfecto las cosas no son tan fáciles, y que la realidad es
imperfecta, muy imperfecta... Incluso su Navidad es imperfecta. (¡Qué
sacrilegio decir esto! Una Navidad imperfecta, ¡adónde vas a parar!) Su Navidad
es imperfecta, ¡pero nadie les atrapará renunciando a nada!
En fin, ¡feliz Navidad tirando a imperfecta para todos!
* * *
(Había empezado este post baja de moral, con un lacónico “ir tirando”. Pero
escribiendo el post me he ido animando y ahora estoy más contenta... Y, como
por arte de magia, mi Feliz Navidad es un Feliz Navidad alegre... Y solamente
he escrito un post... Nada más que eso.
Poder escribir -que se me ocurran cosas- es el mejor regalo de Navidad para
mí. Y, aunque renuncie a cosas, no siento ninguna sensación de “carencia”.
Espero que se entienda.)
miércoles, 17 de diciembre de 2014
miércoles, 10 de diciembre de 2014
Saliendo de la trampa virtual
Se habla de un mundo compulsivamente emisor, de una sociedad
compulsivamente emisora: todo el mundo habla, habla, habla; todo el mundo
escribe, escribe; todo el mundo produce...
Pero hay poca gente que escuche, que lea... Sí, leer también significa
escuchar...
* * *
Esta semana hará nueve años que empecé a escribir el blog (¡felicidades!),
y siento que durante este tiempo he apaciguado muchas urgencias comunicativas,
y que ya no tengo aquellas ganas omnívoras de decir cosas que tenía cuando
empecé... Lo que antes era un necesidad de expresión profunda y explosiva ahora
se ha convertido en un meandro fluvial tranquilo, tranquilo... ¿Ya he dicho
todo lo que tenía que decir? Yo también me lo pregunto. (Ahora, como que cuanto
más se escribe más tonterías se dicen, eso de no escribir tan a menudo como
antes podría ser también un punto a favor...)
* * *
Eso del mundo compulsivamente emisor y poco escuchador es una idea a
recordar para todos aquellos blogueros que “emitimos”, aquí y ahora, para
recordar, sobre todo, nuestra insignificancia. Todo el mundo emite o puede
emitir, todo el mundo puede tener acceso a la “micro celebridad”...
* * *
No quiero dejar de hacer el blog, pero tampoco tengo la energía ni la
cadencia comunicativa que tenía antes. Siento que se ha cerrado un ciclo.
En un mundo donde casi nadie escucha... ¿Qué sentido tiene el blog? ¿Le
interesa a alguien?
(Antes solamente me interesaba a mí, y con eso era suficiente... De hecho,
todavía es suficiente...)
* * *
Después de estos nueve años (con intermitencias)... ¿tiene sentido
continuar?
Los posts ya no se me atropellan los unos con los otros...
Ya no siento tan fuerte aquel “caer en el abismo” que hasta hace poco
significaba para mí apretar el botón de “publicar”... ¡Publicar!
Ya no sueño que el blog es un puzzle a resolver...
Pero... es mi blog, y estoy contenta de él. Y, aunque escriba menos que
antes, no quiero parar...
De hecho, cuando hacía poco que lo tenía me propuse llegar como mínimo a los
diez años (aunque fuera con intermitencias). ¡Solamente me queda uno!
¡Pues vamos!
* * *
Que quede entre nosotros; un consejo para alguien que quiera empezar un
blog:
... eso del blog empieza de la manera más inofensiva, hablando de un libro
que has leído, de una peli, de una anécdota...
... y acabas haciéndote a ti misma sin percatarte de ello una radiografía
en el alma...
miércoles, 3 de diciembre de 2014
El libro
«De los diversos
instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; los demás
son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación
y la memoria.» – Jorge Luis Borges
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