viernes, 29 de abril de 2011

Como usamos el hacha

Se ha dicho y repetido que las nuevas tecnologías son perniciosas, sobre todo para la juventud, porqué se asocian a un componente lúdico y se olvida la parte de esfuerzo que hay en toda adquisición de conocimiento. Además, muchas veces se confunde el conocimiento y dominio de las nuevas tecnologías con el conocimiento en sí, y son cosas distintas.

Yo creo que las nuevas tecnologías son una herramienta, y como tal no son buenas o malas en sí, sino que su bondad o maldad depende del uso que se haga de ellas.

Un hacha es una herramienta: puede servir para ayudarnos a amontonar leña, pero también la podemos usar para clavarla a alguien. El hacha no es buena o mala en sí, sino que su bondad o maldad depende el uso que se haga de ella.

Las nuevas tecnologías también deben saber usarse. A mí, “el hacha” me ha servido para estar más cerca de los clásicos.

jueves, 28 de abril de 2011

La emoción de ganar

Ayer me quedé despierta escuchando el partido por la radio. La emoción de escucharlo por la radio, cuando el barça gana y no me he dormido, es incomparable. Hay quien se pregunta si no echo de menos verlo, si no echo de menos las imágenes de la tele... No lo echo de menos. No sabría demasiado como explicarlo. A mí el fútbol no me interesa para nada, nunca he jugado a fútbol, y ver un jugador bueno que marcando un gol no me provoca ninguna emoción, da igual que sea de los nuestros o de los otros. En cambio, el hecho de “ganar”, que ganen los nuestros, es muy emocionante, y la emoción de ganar (o la impotencia de perder, si es que pasa) se transmite muy bien por la radio. No es que me interese “ver” lo que pasa en el terreno de juego. Lo que me interesa es oír narrar la emoción de la victoria, si es que esta se da. Cuando el barça gana todos están taaan contentos, se trasmite que vibran con lo que ven. Oyendo esto ya tengo suficiente. Convino un pellizco de todas las emisoras que dan el partido en catalán. Una manera como otra de pasar el rato y desahogarse un poco después de un día cansado. Aunque... es todo víscera, no es un placer demasiado intelectual ni demasiado refinado...

miércoles, 27 de abril de 2011

Cuando es amargo el don de la poesía


El otro día me preguntaba: si la poesía es un don, ¿por qué narices existe la poesía mala? Es decir, ¿por qué no todo lo que produce el don es poesía de primerísima calidad?

La respuesta es: no es que exista la “poesía mala”, ¡existen los “poetas malos”! La poesía mala la hacen los poetas malos que no conocen la tradición ni dialogan con ella, que no cuidan sus metáforas ni el refinamiento de sus imágenes poéticas y que no tiene el oído educado en la música del idioma... Poetastros que, aunque se les ha otorgado el don de producir poesía, no se han dado a sí mismos la formación literaria que hace falta para imbricar de una manera original las palabras que el don poético les hace llegar. En una palabra, no es que don dicte poesía mala, sino que este dictado llega a poetas sin talento o que no han leído lo suficiente. Algo que no significa que no tengan derecho a escribir e incluso a publicar lo que escriben. Al fin y al cabo el sentir el don no se escoge.

No es que exista la “poesía mala”. Existen los poetas que no están a la altura de su don.

martes, 26 de abril de 2011

Verdades incómodas

Ostras, después de leer el libro de Jordi Llovet Adéu a la universitat (Adios a la universidad), ¿qué puedo decir sino que estoy orgullosa de no haber estudiado una carrera de letras? Que triste resulta decir algo así...

Interfaz

Escribo mis post sin encomendarme ni a Dios ni al diablo, y no pido permiso a nadie. – Que la inspiración haga más en ellos de lo que yo soy capaz de hacer...-

lunes, 25 de abril de 2011

La profunda necesidad de ser escuchada

¿Alguien está interesado en saber porqué, hace veinte años, a mis catorce primaveras, empecé a escribir? Pues por una razón bien simple, bien tonta y bien sencilla, bien trivial y bien triste, la misma razón por al que tengo necesidad de escribir todavía ahora: porqué nadie me escuchaba.

Ni mi familia, ni mis amigas de entonces, ni los profesores... Nadie estaba interesado en mis batallitas. No quiero decir que no estuvieran interesados en tener conversaciones superficiales y divertidas conmigo; quiero decir que no estaban interesados en mis heridas más profundas, en la miseria de mi vida. Para armar bulla siempre se encuentran amigos, es en los momentos tristes que la empatía escasea, y mi vida en aquella época era una sobrecosecha de momentos tristes. Es antológica la cara de asco que ponía todo el mundo cuando intentaba explicar alguna tontería de las mías, algo de mi mundo interior, algo de los libros; algo de las muchas cosas que me hacían sufrir. Ponían cara de asco, o les brotaba una media sonrisilla que me hacia sentir estúpida; se me sacaban de encima. Eso, de hecho, no ha cambiado, en el “mundo real” la gente continua poniendo cara de asco cuando suelto según qué; se me asustan o me cambian de tema directamente. (Sé que a veces suelto verdades incómodas.) La única persona con quien pude hablar libremente y que me escuchó hasta el final fue Álvaro. Él me confirmó que mi mundo interior no era una mentira, por eso me enamoré de él. Incluso le dije que, si todo el mundo fuera como él, yo no tendría necesidad de escribir... Lo que entonces no comprendí es que la posibilidad de hablar libremente con él tenía su raíz en que él, aparte de tener una gran cultura, era una persona peligrosamente al margen de la leí... que se movía entre esquemas diferentes de los que la gente de mí alrededor me tenían acostumbrada. Hablar cada día con Álvaro no está a mi alcance desde hace muchos años, por desgracia.

Por eso escribo. Y me parece que tendrá que escribir durante muchísimo tiempo, todavía. Y aunque hay quien se pregunta por qué no he salido con tal o cual persona... la pregunta que les hago es: ¿esta persona, me ha escuchado? ¿Ha intentado adivinar cual es mi drama? ¿No? Pues, ¿dónde está el misterio? ¿Por qué he de enamorarme de alguien que no me escucha y a quien no puedo contárselo todo?

El secreto del atractivo

Somos atractivos para los demás según nuestro grado de satisfacción en nuestra vida sexual.” (Esto no significa a la fuerza que tengamos de llevar una vida sexual muy activa, rica o variada, o incluso desenfrenada, sino que la vida sexual que llevamos, tanto si es muy activa como si es muy abstemia, nos satisfaga plenamente; no se trata que hagamos mucho o hagamos poco, no se trata que hagamos cuantitativamente - sino que lo que hagamos, tanto si es mucho como si es poco, nos guste de verdad, nos guste cualitativamente) (Las personas que disfrutan más del sexo son las que son sinceras consigo mismas, y no solamente en el aspecto sexual: las personas que disfrutan más del sexo, y por tanto las más atractivas, son las que están bien consigo mismas.)



sábado, 23 de abril de 2011

Día de los enamorados

El otro día oí por Catalunya Música la fantasía a dos manos de Schubert (se ve que existe otra a cuatro manos), y me confirmó lo que ya sabía: ¡una chica sensible debería estar loca si no se enamorara locamente de Schubert!



viernes, 22 de abril de 2011

Próxima parada

La teoría de la evolución dice que el ser humano desciende de los primates. Yo no soy quien para decir si venimos o no venimos del mono, lo que he visto claro estos días de celebraciones deportivas es que vamos hacia el mono. ¡Pero a una velocidad de crucero!

(Y si hubiera ganado el barça diria lo mismo... Cada vez que la masa sale a la calle se puede decir lo mismo...)

martes, 19 de abril de 2011

Autosabotage

Aparte de mi enfermedad mental, hace poco que he sabido que sufro los síntomas otra enfermedad de nombre muy extraño y que muy poca gente tiene, entre ellos algunos científicos famosos. Por decirlo lisa y llanamente: un principio de subnormalidad. Esta enfermedad, que tengo desde que era pequeña, se manifiesta en mi con la imposibilidad de reaccionar si me hacen daño. No quiere decir que no sienta el dolor, simplemente quiere decir que mi cara no reacciona al dolor, sobre todo al dolor psicológico. Cuando estaba en el instituto una compañera lo resumió con un “no pareces humana porqué no tienes reacciones”. Algo que me hizo mucho daño que me dijera pero que me tragué como si nada. Soy incapaz de reaccionar ante el daño que me hacen los demás, sobretodo ante el dolor psicológico, que es el que siempre me ha dolido más, me lo trago todo. Pero, que mi cara no reaccione como lo haría otro ser humano cualquiera no quiere decir que yo no sienta el dolor como lo siente otro ser humano. Y, precisamente porqué no puedo expresarlo, me duele mucho más.

Esto me ha pasado siempre, pero no ha sido consciente de ello hasta hace poco. Esta también es la razón por al que no tengo amigos como la gente normal, o no los tenía cuando estudiaba: nadie quiere ser amigo de alguien que no expresa sus emociones. Sufriendo una petrificación así es muy difícil crear lazos de empatía con los demás.

Hubo una época de mi vida en que la gente se empezó a dar cuenta que podía hacerme daño y que yo no me quejaba, y empezó una carrera entre la gente que me conocía para ver si alguien, haciéndome daño, conseguía hacerme reaccionar. (Lo hacían con la mejor de las intenciones, evidentemente.) Llamo a esta época de mi vida “leña al mono que es de goma”, y sólo se acabó cuando finalmente conseguí apartarme de todo el mundo para que no me hicieran más daño, aunque evidentemente yo no sabía qué me pasaba, ni que les pasaba, ni podía expresarlo. Ni tan solamente era consciente de ello.

Podría explicar diversos ejemplos de la etapa “leña al mono que es de goma”. Por ejemplo, yo iba a un gimnasio de artes marciales. La propietaria decidió como una cuestión personal que debía hacerme reaccionar, y convenció al maestro del arte marcial, un día que en clase no había ninguna otra chica, que me placara fuerte, que hicera un combate conmigo del arte marcial haciéndome todo el daño que pudiera (y me lo hizo, ya lo creo que me lo hizo) a ver si yo reaccionaba. Lo hizo, no porqué me quisieran hacer daño: sólo querían conseguir que yo reaccionara, creían (como han creído tantas otras personas a lo largo de mi vida) que hacerme daño para hacerme reaccionar era su derecho y su deber e incluso su obligación. Fue un combate desigual entre una niña de quince años contra un hombre hecho y derecho de cuarenta, y sólo recuerdo como yo daba golpes que se quedaban pequeños y que se estrellaban inútilmente contra una pared de acero, mientras él me daba golpes fortísimos, pero tampoco lo suficientemente fuertes para que el resto de la clase fueran conscientes que me estaba agrediendo de verdad -como yo no me quejé, nadie dijo nada, no sé si todos estaban  implicados en el “experimento” o qué-. Quiero decir que no me dejó sangre ni moratones, pero me dejó unas secuelas psicológicas que todavía ahora me duran. El hecho de no poder expresar aquello fue un arma de destrucción masiva para mi espíritu sensible. La propietaria del gimnasio hacía poco había puesto aquella sustancia de poner calientes a los cerdos en la bebida de un amigo mío en una cena del grupo. Era este tipo de persona. Lo suyo era hacer un servicio a los demás.

Me lo tragué, no fui capaz de reaccionar, pero mi vida tuvo que continuar como siempre, como si nada hubiera pasado. Aquello debía pasar por los alrededores del año 1992. Después de la agresión (ellos estaban convencidos que intentaban hacerme un favor) empecé a hacerme autosabotage (inconscientemente): dejé de esforzarme en los estudios y mi vida empezó a irse al garete. Esta es la razón por la que no tengo estudios universitarios (aunque los empecé) ni nunca he tenido trabajo de acuerdo con mi capacidad: desde el año 1992 me he estado haciendo inconscientemente autosabotage. Y todo empezó por aquella “agresión blanca” que por culpa de mi incapacidad para expresar el dolor me tragué.

De esto no me he dado cuenta hasta hace poco.

También me he dado cuenta que, si tengo tanta facilidad para expresarme por escrito es porqué tengo los síntomas de esta enfermedad y mi organismo necesita expresarse de una manera u otra, ya que no puede hacerlo por un canal humano normal.

Y, me diréis, todo lo que  has hecho estos años, los trabajos, las relaciones, han estado presididas por el autosabotage, pero... ¿el blog también es autosabotage? Pues sí, me sabe mal decirlo pero también lo es, porqué sé que nunca me servirá para nada práctico, ni para publicar un libro ni para ganarme la vida escribiendo, y sirve más para ponerme en evidencia que para otra cosa. El hecho que pierda el tiempo dedicándome en cuerpo y alma a un blog que debería ser sólo un hobby y que no me llevará a conseguir ningún objetivo palpable en el mundo real en que vivo también es parte del autosabotage... aunque me gusta mucho hacerlo, pero si me lo he permitido es porqué siempre ha sido evidente que no existe el peligro real que me sirva para nada que contradiga el autosabotage. Como mínimo ha sido así hasta ahora.


(En referencia a este “leña al mono que es de goma”, en el cual yo me sentía, querría aclarar que no me refiero a violencia física –excepto en el caso ya mencionado-, sino a agresiones emocionales: risas, burlas, gestos de ridiculización, críticas, insinuaciones, indiferencia... gritos, presiones y alucinaciones de ser universalmente rechazada. Una tortura mental que viví durante mucho tiempo y que puso la semilla de mi enfermedad mental.)

lunes, 18 de abril de 2011

Los residuos de la fertilidad

Hannah Arendt, en La condición humana, dice que la fuerza de la vida es la fertilidad. No sólo la reproducción animal, sino la producción de una “abundancia de cosas buenas” para nuestra vida.

El otro día oí por la radio que tanto el centro del océano Pacífico como el centro del océano Atlántico están llenos de basura, de restos de plástico que la Tierra no puede metabolizar.

¿Qué son estas islas de plástico sino los residuos de la fertilidad de nuestra vida en la Tierra como seres humanos?

Con eso quiero decir que no tenemos de hacer penitencia ni sentirnos culpables por la basura que nuestro mismo proceso de vivir produce, porqué la basura sólo es el testimonio que ha tenido lugar nuestro proceso de vida. No es el castigo por el pecado de existir. Por otro lado, es evidente que esta basura, los restos de nuestra fertilidad pasada, impedirán la fertilidad futura a nuestros descendientes...

¿Puede solucionarse esto sin que los humanos nos hagamos daño los unos a los otros?

domingo, 17 de abril de 2011

Frase

Solamente se debe escribir lo que no se puede evitar.

sábado, 16 de abril de 2011

Corazón dividido

Me gustaría escribir algo sobre los partidos del siglo, pero ya hace tiempo que me di cuenta que lo que se escribe sobre fútbol, si bien tiene un interés acuciante cuando se escribe, después se lee al cabo de unos días y ya no transmite nada.

Ya sabéis que tengo devilidad por Guardiola, pero, aunque quiera que siempre pierda el madrid, me cae muy bien Mourinho, creo que se fue muy injusto con él cuando estaba aquí y me gustaría que le fueran bien estos partidos, más que nada para obligar a tragarse sus palabras difamadoras a toda esta peste de periodistas deportivos... que serán los primeros de apedrear injustamente a Guardiola si este pierde...

Lo único que espero es que con tantas emociones y tantos partidos del siglo no nos acabe dando un ataque al corazón a todos...

Ahora, a la hora del partido me parece que estaré durmiendo a pierna suelta... o como mínimo echando una cabezadita... si lo hicieran a las cinco de la tarde me iría mejor. Yo me levanto muy tempranito y no aguanto despierta hasta tarde, o sea que normalmente me voy a dormir muy temprano, y siempre que dan los partidos a esta hora me duermo escuchándolos.

O sea que no tengo el corazón dividido entre Guardiola y Mourinho, tengo el corazón divido entre seguir mis horarios habituales o quedarme despierta a disfrutar del espectáculo... radiofónico. Enfrentamientos barça-madrid: la épica de una emoción. Pero, ¿no podrían hacer los partidos en otro horario?


viernes, 15 de abril de 2011

Tímido deseo

Ay... como me gustaría tener una enfermedad “decente”... de persona normal... que no provocara que los desconocidos arromangaran la nariz...

jueves, 14 de abril de 2011

Tímida contricción

A ver, ayer dije que la carrera de filología catalana no tenía valor porqué no acababas la carrera con la exigencia de escribir catalán sin faltas de ortografía. Es evidente que si tenéis filología catalana ya debéis estar maldiciéndome los huesos... Pero, ¿es que hay alguien a quien yo tenga un cierto resentimiento que tenga filología catalana? Pues sí, esta persona existe. Pero en cambio, leo un blog de un profesor de catalán que me gusta muchísimo – y que no comente faltas de ortografía- y que también se debe haber podido sentir ofendido porqué él también la tiene, esta carrera. Aunque no lo creo. A diferencia de otros, los hay que son personas adultas. A ver, a ver, yo no quiero ofender a nadie. Si tenéis una carrera tenéis una carrera, y el prestigio que tiene eso entre las personas que no tenemos una carrera no os lo quita nadie. Durante la carrera habéis aprendido y os habéis esforzado. Claro que tiene valor. Ahora, lo que yo quiero decir solamente es que me parece absurdo que tener el título de filología catalana (un título universitario) no implique automáticamente saber escribir ya no correcta, sino correctíssimamente en catalán... Es una lástima, sinceramente, y algo que deberíais saber ver vosotros mismos. No creo que decir eso sea ofender a nadie. Ahora, si alguien se siente inseguro de su valía y quiere sentirse ofendido... pues allá él.



viernes, 8 de abril de 2011

La gran conexión

Tú, como individuo, puedes creer que res un raro porqué crees en la vida a años luz de la Tierra, e intentas demostrar esta vida matemáticamente y muchas otras cosas rarísimas... pero a buen seguro que hay montones de personas igual de raras que tú que creen en lo mismo, incluso matemáticamente. Y eso pasa con todos los temas. Yo antes no lo veía, pero desde que existe internet lo veo claro: por extraño que seas, por extraño que sea el tema de tu interés, hay montones de personas con el mismo interés y dispuestas a compartir experiencias sobre esta afición contigo. Si la muerte es la gran igualadora, internet es el gran connector.

jueves, 7 de abril de 2011

Manjar frío

Todo el mundo sabe que la venganza es un plato que se come frío. La cosa de la que poca gente es consciente es que la venganza, precisamente porqué se come fría, es un plato repugnante.



miércoles, 6 de abril de 2011

Puzzle

Era como si ella fuera un puzzle. A cada persona que había conocido y la amistad de la cual había valido la pena, le había dado una pieza del puzzle. Como que sabía que estas personas jamás sabrían que tenían una pieza ni sabrían quienes eran las demás personas que tenían las otras piezas, nunca hablarían de ello ni las juntarían, y nunca jamás nadie vería el dibujo del puzzle entero...

martes, 5 de abril de 2011

Antesala de Sant Jordi

¿Sabéis porqué me gusta esta época del año previa a Sant Jordi? ¡Porqué en la radio se ponen a hablar de libros! Sí, sí, como si los libros fueran algo importante... Me da igual que el noventa por ciento de los libros de que hablen no me interese para nada, siempre pillo algún libro de desconocido que puede ser bueno, como un servicio de contactos que me relaciona con la pareja adecuada. ¡Viva las semanas previas a Sant Jordi!

lunes, 4 de abril de 2011

Frikismo literario

Una espontánea me dice que le encanta mi blog porqué “llega a cotas de frikismo nunca vistas”...


¿Qué queréis que le diga? Bienaventurado aquel quien desde su normalidad de pocas luces se cree imbuido del derecho a otorgar títulos de “friki”...


Yo encantada de dar un buen espectáculo.