domingo, 29 de marzo de 2015

Tres frases de cabecera

«Escribe lo tuyo.»

Augusto Monterroso

«Nada puede sustituir el trabajo de escritorio.»

Edith Wharton

«Ahora sólo escribo sobre lo que me interesa. No busco temas: cualquier cosa en la que no pueda dejar de pensar es mi tema.»

Stephen Vizinczey


lunes, 23 de marzo de 2015

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«Los chicos tienen tendencia a una mayor instrumentalidad y las chicas a una mayor expresividad. - Dicho de otra manera, los hombres tienden más a poner su personalidad, su forma de ser, al servicio de un objetivo, mientras que las mujeres otorgan más valor a la expresión de emociones, a la comunicación, por su propio valor más que por servir para un objetivo.» – El País

sábado, 21 de marzo de 2015

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«Entre el entusiasta de antes (SXIX), que necesitaba leer un libro, y el aburrido de ahora (SXX), que necesita un libro para leer, existe una diferencia fabulosa. » (frase encontrada en una revista)

jueves, 19 de marzo de 2015

Semana Santa

Queridos amigos internautas,

Estos días, hasta pasado Semana Santa, no publicaré el post habitual sino que miraré de publicar, cada día, o cada dos días, ya lo veremos, una “frase célebre” de las que guardo en el petate.

Espero que os interese, ¡y hasta pronto!


miércoles, 18 de marzo de 2015

Robando el tiempo

«Internet, el gran ladrón del tiempo del escritor de nuestros días... » – (frase encontrada en  internet)

martes, 17 de marzo de 2015

Aviso / matiz

Volviendo al tema de leer o no leer a Borges, o de leer o no leer algunos de los cuentos de Borges, específicamente, me ha quedado un detalle en el tintero, y con eso acabo.

He observado que hay algunos lectores de Borges a quien enfrentarse a la inmensidad de la apetencia de saber que es la escritura de Borges les hace sentir frustrados. Son lectores a quien Borges no entusiasma, pero a quien tampoco deja indiferentes; simplemente se percatan que ellos jamás podrán saber todo aquello. Es un surtido de pastelitos, pero hay demasiados pastelitos, ¡ellos no podrán comer nunca tantos pastelitos...! Aquello no es para ellos... Sacan la cabeza por el acantilado y miran el mar, que es el infinito, y no les hace ninguna gracia. Y se sienten frustrados, claro.

Es decir, que se debe leer a Borges, sobre todo algunos de sus cuentos, pero siempre teniendo muy presente que Borges es Borges, y que nosotros somos nosotros... Y que, si bien lo qué explica es el infinito, nosotros somos limitados... No olvidarnos de ello simplifica mucho las cosas a la hora de disfrutar de la lectura y no sentirnos frustrados.


lunes, 16 de marzo de 2015

La voz tranquila

A veces no lo veo claro... No veo claro que tenga derecho a estarme tranquilamente aquí escribiendo mientras el mundo está como está...

Aunque escribir es una de las pocas (y mejores) cosas que pueden hacerse que realmente funcionan, no para luchar contra la injusticia del mundo (esto por desgracia no tiene remedio), sino para explicarnos a nosotros mismos como es este mundo...

Con mi escritura jamás he aspirado a “cambiar el mundo”, pero sí a ser consciente de las cosas, y a transmitir esta conciencia...

Me gustaría ser consciente de la realidad, y saberla explicar tal y como es, pero me percato que ello es complicado. La realidad, como las cebollas, tiene múltiples capas; la realidad es un calidoscopio, tiene muchas manera de ser mirada. Y, además, la manera de ver algunas cosas cambia a medida que cumples años...

Saber encontrar la propia manera de ver y de explicarse a una misma como te ves a ti misma, como ves los libros o como ves el mundo... es probablemente encontrar aquello  a lo que llaman “la voz” del escritor. Y, si se te concede de haber encontrado esta voz, no deberías tener dudas...



viernes, 13 de marzo de 2015

El difícil equilibrio estacional

Ahora viene el buen tiempo, y es normal que a todo el mundo le parezca fantástico. Con el buen tiempo parece que la vida sea más sencilla; siempre parece que una sonrisa acompañe los días de sol.

Contrariamente a lo qué se podría esperar con tanta bonanza, yo me siento (psíquicamente, físicamente no ), más frágil con el buen tiempo (en todo lo físico el verano siempre es mejor). En invierno, con la ropa de abrigo, la calefacción, la oscuridad y las ventanas cerradas me siento más protegida, hay más capas entre la realidad y yo. Me siento más resguardada, incluso más resguardada de mi propia fragilidad;  - en invierno puedo esconderme más-.

La primavera es mi mala época del año, la época en qué he tenido los ingresos y en la qué he hecho las tonterías.

Para los enfermos mentales, las épocas de cambios de iluminación son las peores: a algunos les afecta más la oscuridad creciente del otoño, a otros les afecta más la transparencia cada vez más brillante de la primavera, pero ambas épocas son muy mala épocas para estos males en estos lares, con nuestro clima que a todo el mundo le parece fantástico... (y que lo es, claro).

Llega la primavera, la época del calorcito creciente, que tan bien va para los huesos, para el organismo, y para todo.

Espero que, este año, teniendo en cuenta mis altos y bajos, mi psique no me vuelve a jugar una mala pasada... (De momento bien, pero, equilibrada.)


jueves, 12 de marzo de 2015

Más sobre Borges

El otro día decía que me parecía que Borges era un autor mucho más citado como referente que leído realmente. Ahora, también creo que los escritores individuales que dicen en una entrevista que le han leído, es así realmente: le han leído.

¿Cómo se explica, entonces?

Si parece que hay tanta gente que lo lee, -¿o es que todos los que le han leído están “dentro” del ordenador?-, y en cambio aquí en mi pueblo (un lugar real en el mundo real), quizá no encontraríamos ni a veinte personas que le conozcan, ¡y ya no digo que lo hubieran leído!

[¿Qué como lo calculo, esto? Pues porqué dicen – lo he escuchado por la radio – que hay un lector de poesía por cada mil habitantes. – Borges también es poesía, y seguro que puede considerarse una lectura minoritaria como la poesía -. Mi pueblo tiene unos veinte mil habitantes (palmo más palmo menos). Si llega a haber unas veinte personas reales que le hayan leído, o tan sólo que le conozcan, yo no las conozco personalmente. Quizá haya menos, pero más seguro que no.]

Borges sería un “escritor para escritores”. No solamente siempre queda muy intelectual citarlo como referente si escribes, sino que leerlo sirve para aprender realmente: para aprender cosas sobre la escriura, y para aprender cosas en general.

* * *

Y, además, más que para aprender, y para disfrutar leyendo, que también, el gran mérito de Borges como escritor es saber abrir el apetito, hacer que quien lo lee desee aprender, saber más, saber omnívoramente; hace que el lector desee sumergirse en la Cultura y el Saber, así, en mayúsculas.

No conozco ninguna sensación comparable con la apetencia casi física de saber cosas que transmite Borges en algunos de sus cuentos que la apetencia física de baja pasiones que transmiten algunas novelas subiditas de tono; Borges excita el Intelecto, abre el apetito de  Conocimiento.

* * *

Leyéndolo, los escritores, en general, y como lectores en particular, nos sentimos orgullosos de compartir un destino de escritura como el suyo, aunque sea un destino de escritura mucho más modesto que el suyo.



miércoles, 11 de marzo de 2015

Fin de época

«Tal vez yo sea casi ya un viejo. No le temo a la palabra. Camino este año hacia los 64, pero mi madre (casi mi único familiar vivo) está al filo de los 91 y muy lúcida, pero no le envidio y se lo digo: En absoluto aspiro a llegar a tu edad. La vejez -incluso la mejor- está llena de límites y de carencias. Es duro pero el terrible Céline tenía un punto de razón. “La vejez es lo que sobra de la vida.” Duro, sí, pero la realidad lo es a menudo. Todo esto es válido siempre (creo)  pero lo es más ahora mismo, cuando los que hemos vivido otras épocas -mejores y peores como es normal- sentimos una crisis no sólo económica o de corrupción, casi lógica en un mundo envilecido donde sólo cuenta el dinero. Estamos ante un fin de época, y diría más ante un cambio de civilización, a mi entender (salvo los avances técnicos) claramente para peor. La gente vive la terrible esclavitud de la ignorancia. Inculta, mal educada, sin lecturas, sin modelos, vive una época gregaria y sórdida dominada (significativamente) por la palabra “basura”. Comida basura, televisión basura, viajes basura a basureros turísticos, democracia basura… ¿Es eso la felicidad? En la ignorancia acaso sí. Cuando no se lee no se puede pensar y tragas todo, te crees libre y eres un bárbaro esclavo. Además el civismo, la urbanidad están por los suelos. La mayoría (salvas pertinentes excepciones) es hirsuta, tosca, bruta… Gritan, ponen los pies en las mesas, hacen ruido, jamás ceden el paso… Es una época de bárbaros. Y como en España (no sólo) pero hablemos de aquí, la cultura y la urbanidad yacen por los suelos, todo nos dice que una época más ilustrada toca  a su fin. Hallar vecinos toscos o bestias es lo más sencillo.  Como decía Pasolini, verás a tus hijos fascistas (sin saberlo) navegar falsamente felices hacia los mundos de la Nueva Prehistoria. ¡Cuánta lucidez en ese hombre espléndido! Por mi parte, me siento cada vez más ajeno a mi entorno ignaro. Creo que los algo cultos estamos llamados a la extinción y me veo (digamos) como Severino Boecio entre los ostrogodos. “Vltimvs romanorum” El último romano. ¿Qué le importaba a Alarico el humanismo, la sabiduría? En este final de época donde el poder te dice que tienes derecho a todo lo peor, regalo mi cuota de basura y reivindico (como lobo estepario) un razonable elitismo. “Si omnes, ego non”. Si todos siguen el trillado camino, yo no. No me reconozco en este híspido, brutal mundo o época nueva. En este reino zafio de las distintas basuras. No me gusta. No es lo mío. Lo dijo Gil de Biedma: “De la vida me acuerdo, pero ¿dónde está? ” Fin de mundo, fin de época, incultura, burricie, barbarie. ¿Adónde ir? ¿La vieja Tebaida está en el bello Egipto, no sé si ahora mismo recomendable… (“Quedé estremecido por lo limitado que tiene que experimentar el mundo quien se priva del libro” Stefan Zweig.)»

Luis Antonio de Villena


martes, 10 de marzo de 2015

Admiración, inspiración y palito

_ ¡Esto te lo has copiado de Borges!

_ ¡Uy! ¡Calla, calla! Como casi nadie le ha leído, pasará desapercibido...

* * *

¿No os habéis fijado en ello? En casi todas las entrevistas a escritores, Borges es citado como referente... Pero, si eso fuera así, y Borges fuera tan leído como esto, ¡Borges sería un best-seller! (Podría aceptar a Borges como long-seller, pero jamás como best-seller). Si esto fuera así, todo el mundo lo habría leído. Y eso no es precisamente así... ¡Más bien se considera que Borges es “veneno para la taquilla”! ¡El geométrico de Borges! No le he leído tanto como querría, pero sí un poco.

Ya me gustaría que todo el mundo le hubiera leído (ni que fuera un poco) y que todo el mundo se percatara de qué he extraído de él (que es un simple detalle, en comparación con la grandeza de Borges). Y me temo que mis escritos tienden a aquella sencillez que para él no era nada...

(Cuando digo que todo el mundo debería haber leído a Borges hablo de los lectores en general, no de mis lectores habituales, que ya sé que sois buenos lectores).

* * *

Borges tiene mucha razón en todo lo qué... escribe. (Quizá alguna vez no fue demasiado afortunado en lo que decía –sic-; da pavor sólo de pensarlo...-. Pero, cuando escribe...)

(Me parece que dijo aquello que un dictador –no quiero decir el nombre, no quiero escribir nombres de dictadores- ¡era un perfecto caballero! ¡Válgame dios! ¡Un hombre que se había cargado inocentes...! Aquí le falló algo...).

Ahora, cuando escribe...



lunes, 9 de marzo de 2015

Muchas preguntas y pocas respuestas...

A veces me pregunto... ¿por qué escribo el blog? ¿Por qué explico cosas de mi vida, de mis lecturas, por qué explico cosas de mis opiniones sobre el mundo que nos rodea?

(Aquí hay dos preguntas diferentes: una, por qué se escribe, y la otra, por qué se comparte lo que se escribe... Ambas preguntas son difíciles de responder...)

Es decir...

¿No es una presunción pensar en tener lectores?

* * *

Es como si el blog fuera un barquito de papel... Se deja mecer por el agua plácida, pero sufriría (y, probablemente, se hundiría), si hubiera tormenta, lluvia o tan solo unas pocas olas...

De momento, el barquito todavía no ha sido vencido por la fuerza de los elementos, las burlas, las risotadas... y aquí continuo, allá va mi navecita de papel rumbo al infinito... Aunque no sepa exactamente el porqué...

Quizá solamente para que alguien la recoja y lea lo que hay escrito...


domingo, 8 de marzo de 2015

Modus operandi

Lo qué empezó siendo una explicación de mis lecturas se ha convertido en una (más o menos) explicación de mi vida.

No es la primera vez que me pasa esto, que una lista de libros leídos (no por casualidad; algunos más casuales que otros), juntados por casualidad se convierten en una explicación de mi vida; solamente que antes no existían los blogs, y la explicación quedaba entre el cuaderno y yo. Pero la cosa siempre ha empezado igual: hablando de libros.

Produce un poco de miedo, esto de escribir (y publicar), resulta pavoroso lo qué puedes llegar a explicar sin percatarte. Pero si alguna cosa me hace sentir orgullosa son los libros leídos y explicados; este es mi raíz, “el centro” de mi escritura, mi centro.





sábado, 7 de marzo de 2015

La angustia ante el papel en blanco

Volviendo al otro día, en el qué decía que no se me ocurrían posts, creo que el error estuvo en ponerme ante el papel en blanco y exigirme a mí misma: “ahora escribiré un post”.


La creatividad no funciona exactamente así (como ya debería saber, después de tantos años). La creatividad es más bien “soñar despierta”, y “no parar de pensar” en aquello que se quiere escribir, y sentarse a escribirlo porqué se revienta de ganas de decirlo, de plasmarlo, como dirían un dibujante o un pintor.

jueves, 5 de marzo de 2015

Plegarias atendidas

Como decíamos ayer, que que haya habido un pasado no nos garantiza que deba haber un futuro. Además, como el futuro no lo ha visto nunca nadie, nos lo podemos imaginar como queramos. Y, como que nos lo podemos imaginar como queramos, nos podemos imaginar un futuro donde se cumplirán nuestros deseos. ¡Pero, mucho cuidado con ello!

Se dice que los dioses castigaban a aquellos que los habían ofendido haciendo que se cumpliesen sus deseos más íntimos, sus máximas ilusiones. ¡Y ello para castigarlos, no para premiarlos!

También es verdad que Sta. Teresa decía que se habían derramado más lágrimas por culpa de las plegarias atendidas, que no por aquellas que no se habían cumplido nunca... No se llora por lo que no ha ocurrido.


¿Qué conclusión entresaco de todo ello? ¡Pues que que te toque la lotería trae mala suerte...! ¿Alguien se acuerda de un cuento de Borges en el qué...?

miércoles, 4 de marzo de 2015

Primera tacada de frases

«Y más importante todavía: sigo en deuda con mi mujer, Barbara, por su apoyo y comprensión así como por los ingredientes inefables que hacen posible escribir un libro. »

«No, la esquizofrenia es locura. Los que sufren actúan de forma rara, dicen cosas extrañas, se alejan de nosotros, e incluso puede que traten de hacernos daño. Ya no son la misma persona: son “locos”. No comprendemos porqué dicen lo que dicen ni por qué hacen lo que hacen. No entendemos el proceso de la enfermedad. Más que un tumor que sigue creciendo sin parar, cosa que entendemos bien, es como si la persona hubiera perdido el control de su cerebro. ¿Cómo podemos simpatizar con una persona que está poseída por fuerzas invisibles y desconectadas? ¿Cómo podemos simpatizar con un loco o una loca? »

«Mi mayor temor es mi propia mente... Lo peor imaginable es estar aterrorizado de la propia mente, el mismo centro que controla todo lo que somos y todo lo que sentimos.”»

Superar la esquizofrenia
Dr. Edwin Fuller Torrey
Ed. Planeta


martes, 3 de marzo de 2015

Verdad estadística

El otro día decía que Auden consideraba que, aunque hubieras escrito poemas en el pasado, nada te garantizaba que escribirías alguno más en el futuro. Eso yo lo extrapolaba a los posts; nada te garantiza que habrá otro.

Lo que no se me había ocurrido es qué, si has escrito (sea un poema o un post) en el pasado, tienes más probabilidades de continuar escribiendo textos en el futuro, y de escribir textos nuevos.

Alguien que no haya escrito nunca nada no tiene probabilidades de continuar escribiendo, pero alguien que sí que haya escrito en el pasado tiene más probabilidades de escribir en el futuro.

¿Quién tiene más probabilidades de escribir un poema en el futuro, una persona que dedica su tiempo libre a las apuestas deportivas, o un poeta?

¿Quién tiene más probabilidades de escribir un post en el futuro, una persona que dedica su tiempo libre a hacer edificios con palillos, o un bloguero?

¿Quién tiene más probabilidades de haber escrito, alguien que escribe cada día, o alguien que pasaba por allí?

Sí, claro, el pasado no garantiza el futuro. No lo garantiza, pero lo prepara, es nuestro pasado lo que pone los raíles por donde se moverá nuestro futuro.

Y, verdaderamente, sea en la escritura, o en cualquier otra cosa, nada no nos garantiza el mañana. Y  mucho menos un mañana lleno de posts como nosotros querríamos.