Como decíamos ayer, que que haya habido un pasado no nos garantiza que deba
haber un futuro. Además, como el futuro no lo ha visto nunca nadie, nos lo
podemos imaginar como queramos. Y, como que nos lo podemos imaginar como
queramos, nos podemos imaginar un futuro donde se cumplirán nuestros deseos.
¡Pero, mucho cuidado con ello!
Se dice que los dioses castigaban a aquellos que los habían ofendido
haciendo que se cumpliesen sus deseos más íntimos, sus máximas ilusiones. ¡Y
ello para castigarlos, no para premiarlos!
También es verdad que Sta. Teresa decía que se habían derramado más
lágrimas por culpa de las plegarias atendidas, que no por aquellas que no se
habían cumplido nunca... No se llora por lo que no ha ocurrido.
¿Qué conclusión entresaco de todo ello? ¡Pues que que te toque la lotería
trae mala suerte...! ¿Alguien se acuerda de un cuento de Borges en el qué...?
4 comentarios:
Sí, creo que es mejor guardar esos deseos. Acompañarán siempre los pasos.
PS
¿Borges? cuál es...
Se trata de "La lotería de babel". No recuerdo si el título es exactamente así...
Ferragus, he confundido "La biblioteca de Babel", que es mi cuento preferido de Borges, con "La loteria de Babilonia" (me parece, no sé si es este exactamente el título). El de la loteria como mala suerte es el segundo!
Gracias por tu amabilidad. Le daré un vistazo.
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