jueves, 14 de abril de 2011

Tímida contricción

A ver, ayer dije que la carrera de filología catalana no tenía valor porqué no acababas la carrera con la exigencia de escribir catalán sin faltas de ortografía. Es evidente que si tenéis filología catalana ya debéis estar maldiciéndome los huesos... Pero, ¿es que hay alguien a quien yo tenga un cierto resentimiento que tenga filología catalana? Pues sí, esta persona existe. Pero en cambio, leo un blog de un profesor de catalán que me gusta muchísimo – y que no comente faltas de ortografía- y que también se debe haber podido sentir ofendido porqué él también la tiene, esta carrera. Aunque no lo creo. A diferencia de otros, los hay que son personas adultas. A ver, a ver, yo no quiero ofender a nadie. Si tenéis una carrera tenéis una carrera, y el prestigio que tiene eso entre las personas que no tenemos una carrera no os lo quita nadie. Durante la carrera habéis aprendido y os habéis esforzado. Claro que tiene valor. Ahora, lo que yo quiero decir solamente es que me parece absurdo que tener el título de filología catalana (un título universitario) no implique automáticamente saber escribir ya no correcta, sino correctíssimamente en catalán... Es una lástima, sinceramente, y algo que deberíais saber ver vosotros mismos. No creo que decir eso sea ofender a nadie. Ahora, si alguien se siente inseguro de su valía y quiere sentirse ofendido... pues allá él.



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