lunes, 30 de enero de 2012

La estructura del blog

La condició humana. (La condición humana) Hannan Arendt. (p215, versión en catalán): “Para juzgar una obra de arte hemos de conocer la imagen mental de la obra acabada que tenía el artista antes de realizarla.”

Yo me pregunto... ¿cómo es compatible eso con improvisar? ¿Se puede improvisar una obra de arte?

(El jazz es arte y se improvisa... pero para improvisar un solo y que tenga sentido el artista ha de haber estudiado mucho la música y el instrumento, antes...)

Yo no tengo ninguna “imagen mental” de lo que ha de ser el blog, no es como si fuera una novela, que sigue una estructura...

... ¿y si lo que hago en el blog no es arte?

El blog es un “trabajo en proceso”, se va escribiendo y cambia a medida que se va haciendo... la estructura se va improvisando a medida que se escribe... no sigue ningún modelo preexistente...

El único modelo que puede haber es cada post sigue la estructura de una texto bien escrito, eso sí.

“La estructura del ser como texto” (aquello que tan bien conocen los estudiantes anglosajones...), es presente en cada post individual, que se puede leer separadamente y tiene sentido.

Pero, el conjunto de todos los posts, que no sigue ninguna estructura consciente, y que tiene sentido como desahogo personal, ¿tiene sentido como obra de arte?

domingo, 29 de enero de 2012

Tipos de posts

Dicen que para escribir un post te has de haber dado cuenta de algo.

Yo me he dado cuenta de algo.

Me he dado cuenta que mis posts, los más o menos 2500 post que he escrito desde que empecé a hacer el blog, pueden dividirse en tres grandes grupos, que representan tres vías de escritura.

La primera vía son los posts que hablan de libros y literatura. Así es como empecé y estos posts son mayoritarios en el Blog de una lectora, en cada una de las dos etapas que tuvo, la lectora de libros y la hormiga lectora.

Luego están los posts que hablan del mundo en abstracto, los pensamientos sobre el mundo, las reflexiones y paradojas que me genera la “realidad”, pero sin entrar en historias personales, aunque la visión que reflejan estos posts es muy personal. En este grupo hay todos los posts que me genera escuchar la radio y también todas las reflexiones sobre la escritura y los blogs. Este tipo de posts empezaron principalmente en Una chica del siglo pasado, son mayoritarios a Pessoa y la lluvia, y también continúan en los Lazos imaginarios.

La tercera vía son los posts en que explico anécdotas de mi vida, algunas conflictivas, tal y como las aristas de la realidad han modelado mi visión de las cosas, y en esta vía están incluidos los posts en que hablo de mi enfermedad, pero también están los posts con batallitas que no tienen nada que ver. Esta vía es la de las historias personales. Estos post empezaron en El vuelo de la reina de la ruda, en las dos etapas que tuvo, continuaron tímidamente en Pessoa y la lluvia y continúan con fuerza en los Lazos imaginarios.

Estos son los tres tipos o tres vías de posts que he tenido y que tengo actualmente.

No sé a qué conclusión debo llegar.

sábado, 28 de enero de 2012

Cultura general

En mis tiempos había un concepto que llamábamos “cultura general” o “culturilla”. Los profesores decían: esto no os servirá para nada, pero es “culturilla”. Evidentemente, ya en aquella época había quines pasaban completamente de las enseñanzas que sólo servían para “culturilla”, pero quien quería podía fijarse en ello. Ahora observo con preocupación que el concepto “cultura general” hace tiempo que ha desparecido de los medios de comunicación.

viernes, 27 de enero de 2012

El placer táctil de los libros

Una de las cosas que más me gusta de hacer con mis libros, aparte de darles alcance, comprarlos y leerlos, es cambiarlos de sitio, transportarlos y ordenarlos; en definitiva, pesar como los distribuiré y calibrar si los puedo situar de maneras más prácticas a como los tengo ahora.

Me gusta tenerlos entre las manos mientras los cambio de sitio...

jueves, 26 de enero de 2012

La fuerza de la vida virtual

En internet, amparados por el anonimato y la desinhibición de la vida virtual, las personas hacen y dicen muchas cosas que en la vida real no dirían ni harían, ni se les ocurriría.

Por eso la red es el salvaje oeste.

miércoles, 25 de enero de 2012

Después

Vosotros sabéis que hay muchas personas que se sienten culpables después de haber practicado sexo. Eso es porqué, después del orgasmo, después de la descarga erótica (aunque sea onanista), la mente se relaja y afloran a la conciencia los sentimientos no resueltos. Solamente haría falta resolver estos sentimientos que nos hacen sentir mal para no sentirse culpable después del sexo. Como que la mayoría de personas no se sumergido lo suficiente en sí misma (algunos ni se reconocen a sí mismos que se sienten culpables), no saben que lo que les hace sentir culpables es la afloración de los sentimientos no resueltos por la relajación de la mente y no el sexo en sí. Creen que es el orgasmo lo que les hace sentir culpables y asocian el haber practicado sexo con el haber hecho algo malo.

A eso contribuye mucho el sustrato católico y la mentalidad de moral judeo cristiana, muy atento al “pecado de la carne”, que hay en la educación de nuestra sociedad, como mínimo en las generaciones más mayores. La iglesia se ha aprovechado durante muchos años de este sentimiento de culpa que aflora después de la descarga con los sentimientos no resueltos para manipular las conciencias. Hoy todavía no todo el mundo se puede permitir ir al psicoanalista para curar los sentimientos no resueltos explicándolos.

La descarga erótica se parece mucho a la descarga de aflojamiento de la tensión que pasa después de haber escrito, después de haber plasmado la idea que permanecía inarticulada en el fondo del cráneo como un grafitti en una pared medio derruida y de haberlo traducido a palabras que todo el mundo podrá leer. El suspiro de satisfacción después de haber tenido un orgasmo y el suspiro de satisfacción después de haberse desahogado escribiendo pueden ser el mismo.

Por eso, después de la descarga emocional de la expresión de aquello que queríamos decir y que hemos conseguido escribir, suele haber un rebote.

La cabeza se relaja, afloran los sentimientos no resueltos, y con ellos el sentimientos de culpa. Por ello muchas veces me siento culpable después de haber escrito y me planteo destruir lo que he escrito, no ya los posts, sino mis escritos en general. Me siento satisfecha de haber escrito pero culpable por aquello que he escrito. ¿He hecho bien? ¿Tengo derecho a ello? ¿No hará reír? ¿No me lo criticará nadie excesivamente? ¿Alguien puede sentirse ofendido? ¿He hecho daño a alguien con lo que he escrito? ¿He hablado mal de alguien? ¿Está lo suficientemente bien? ¿Tengo derecho a ello?

Soportar este rebote desagradable y la inseguridad que viene después de haber escrito (en algunos textos más que en otros) es casi más difícil que escribir en sí, y muchas veces siento como si hiciera algo malo por haber escrito, como si expusiera mis vísceras (y no me refiero solamente al blog). Eso me hace sentir mal, y el rebote dura un rato.

La repetición diaria del rebote es lo que hace difícil la escritura. Lo que la hace la escritura incluso dura es el rebote, más que el proceso de aprendizaje de la escritura en sí. Tienes que morirte de ganas de decir algo para que pasar repetidamente por este rebote de inseguridad contra ti misma te valga la pena.

El haber escrito te hace sentir mal e insegura durante un rato, pero si no  escribieras... quizá incluso sería peor, entonces quizá te sentirías a punto de reventar durante todo el día.

Lo mismo que pasa con el sexo, y aunque los sentimientos no resueltos que genera el sexo puedan ser diferentes de los sentimientos no resueltos generados por la escritura.



martes, 24 de enero de 2012

Manera de escribir

Ya sé que no soy buena escritora como los escritores publicados en libro, que si quisiera que me publicaran debería escribir de otro modo, pero lo que escribo es lo que me gusta escribir, y, además, no puedo escribir de otra manera.

lunes, 23 de enero de 2012

El remedio de la escritura

Aquella persona sabía una algo que yo en aquel momento todavía no sabía: que las personas que estamos solas somos extremadamente vulnerables...

Queda la escritura.

sábado, 21 de enero de 2012

Tierra de forajidos

¿Internet es la libertad?

A mí me habían dicho que internet era el salvaje oeste, un lugar sin ley aún por civilizar...

¿Esto es la libertad?

(Solamente lo pregunto...)

viernes, 20 de enero de 2012

El camino de la cultura

Leí una vez por internet que en el estado español, escribiendo en castellano, no había buenos ensayistas dignos de este nombre... (evidentemente eso lo decía un catalán...).

Hace poco que he dejado de leer novelas para empezar a leer solamente poesía y ensayo, o sea que no soy ninguna experta en el tema de los buenos ensayistas, aunque sé cuando un ensayo es bueno y cuando un autor de libros de no-ficción vale la pena.

Hoy me gustaría romper una lanza a favor de los libros de Ramón Andrés, que creo que es un ensayista de categoría en el sentido intelectualmente riguroso de la palabra. No he leído todo sus libros, -de hecho, solamente he leído uno, si habéis seguido el blog ya sabéis cual-, pero tengo ganas de leer más. De momento, cuenta con toda mi envidia sana y admiración.

Es un hombre que sabe, y se entiende que un país como el nuestro una escritura así pase completamente desapercibida, porqué somos todos un atajo de ignorantes obsesionados por el fútbol. Y yo soy la primera a quien gusta que el barça gane, pero el mundo no se acaba en eso.

En un país donde se confunde la trascendencia con el aburrimiento y el sentido del humor con la frivolidad, y donde el arte se considera una actividad inalcanzable para una digna “persona normal”, con la prosa de Ramón Andrés he descubierto un pequeño receso, la sombra de un olivo en este camino tan árido de la incultura que quieren imponernos.