Resulta que nos gusta mucho el chocolate, no podemos aguantarnos, y de vez en cuando nos pegamos un atracón (una tableta entera) y luego nos sentimos culpables...
Solución: crear en nuestra vida “la hora del chocolate”, aquel momento especial del día en que, solos o en compañía, lo paremos todo un momento para disfrutar de diez gramos de chocolate – no hacen falta más-; haciéndolo cada día a la misma hora, un momento especial que nos hagamos reservado, evitaremos caer en tentaciones “mayores” y sentirnos culpables indiscriminadamente. Y disfrutaremos auténticamente del chocolate.
Aunque yo nunca me he sentido culpable por comerme una tableta entera, y sentirse culpable por comer chocolate me parece una tontería.
2 comentarios:
Apoyo tu moción, sí señor.
¡Viva!
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