domingo, 24 de enero de 2016

El dominio de las palabras

He leído (en catalán), la novela autobiográfica Els mots (Las palabras), de Sartre, en la que este explica su despertar al mundo, despertar que incluye sobre todo los libros y la lectura.

Este libro podríamos considerarlo equivalente a la novela autobiográfica de Simone de Beauvoir Memorias de una joven formal, que leí (en castellano) antes de empezar el blog.

Els mots (Las palabras) es muy abstracto y casi no hay acción en él, pero así y todo es interesante de leer. El libro de Simone tenía los pies más en el suelo, podríamos decir, mientras que el de Sartre tiene más calado filosófico.

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Al principio de escribir el blog, leí (en castellano) la biografía Las hermanas Beauvoir, y lo hice sobre todo para conocer cotilleos de la relación entre Sartre y Simone. En esto este libro no me decepcionó, y explica cosas que en las autobiografías apenas se presta atención. Esta biografía habla claro, vaya, en según qué temas, y habla claro de una manera que ni Sartre ni Simone llegan a hablar claro de sí mismos en sus respectivas autobiografías.

Después de haber leído este libro biográfico me quedé con la idea que respetaba a Simone, pero que Sartre no me caía bien.

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Y ahora resulta que he acabado de leyendo este libro de Sartre Els mots (Las palabras), (y lo leo porque Sartre es Sartre, me caiga o no me caiga bien), libro que según se dice es la lectura ideal para empezar a leer sus obras, para introducirse en su filosofía, podríamos decir, y resulta que Sartre quizá ya no me caería tan mal como esto...

Debía ser un niño muy repelente, pero su fidelidad a la fragilidad de la palabra escrita lo salva.

¿Qué es lo que me ha convencido de él en este libro, si de hecho él no me cae bien?

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La única explicación que encuentro: Sartre es un encantador de serpientes, un seductor... que la sabe muy larga, vaya. Su manera de juntar palabras seduce, simplemente, aunque él como persona nos caiga mal.

Sartre no me caía bien, continúa sin caerme bien... Pero debo reconocer que sabe escribir... Su búsqueda me parece  valiosa.

Se trata de un libro autobiográfico tirando a filosófico, pero que es asequible para cualquier lector de novelas, aunque no tiene el ritmo ni la intriga de una  novela. El autor principalmente reflexiona y divaga, nada más. Y es por ello que me ha gustado, a mí, porqué en él no hay “acción”.

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Una idea interesante que encontramos en este libro es la del escritor como héroe. Sartre se hace escritor porque este es su manera de poder ser un héroe. Así, desde sus primeras lecturas solitarias, pasa a escribir, y esto lo realiza y le proporciona un sentido en la vida, aunque es mismo reconoce que la existencia es muy frágil, y que también la existencia de la escritura es muy frágil, y que querer ser un héroe a través de la escritura todavía es algo más frágil.

Vagamente, me parece que en el fondo Sartre se pregunta “qué es ser”, y concluye que solamente puede buscar la respuesta. (A través de la lectura y la escritura, eso sí).



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