El otro día, una vez publicado el post, estuve al borde del ataque de
nervios un buen rato, por lo que me parecía que había escrito, y que finalmente
me percaté que no era tan desastroso... Pero sufrí mucho, fue un ataque de
angustia importante. A veces me pasan estas cosas, y esto me hace sufrir. A
veces no calculo bien el no hacer posts que luego no me hagan sufrir, con cada
post de estos siempre me parece que se abra un abismo, y que yo deba caer en
él. Parece que todo deba ser un desastre por siempre jamás, que todo el mundo
deba tenerme tirria por siempre jamás, que haya decepcionado a todo el mundo
por siempre jamás. Creer estas cosas me hace sufrir. Sé que es absurdo, que
nada de lo que pueda publicar en el blog es tan importante. Poder hablar de
ello cara a cara con alguien desenfadadamente me iría bien para arreglar la
angustia: todo se puede hablar, todo se puede explicar, todo se puede diluir en
la empatía. Me parece que a veces lo vivo todo demasiado seriamente... ¡y no
hay para tanto!
jueves, 28 de enero de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario