viernes, 18 de diciembre de 2015

Las máscaras de Shakespeare

Lo qué os explicaba ayer me hizo reflexionar mucho, me hace reflexionar mucho, todavía. Me hace reflexionar sobre la naturaleza de lo qué llamamos ficción, y, más concretamente, de la ficción que pretende ser novelesca... como se genera, qué verdades tiene en cuenta.

Ahora, quizá todo se reducía a que ninguno de nosotros era Shakespeare. Si tenemos en cuenta que sus obras de teatro se pueden leer como novelas – opinión personal mía: “hay mucho diálogo”, que diría alguien... (No lo digo para presumir. Si he leído o no he leído las obras de Shakespeare (sería en catalán)  no os lo debería decir yo, ¡debería traslucirse en la escritura!)

¿Cómo se lo debía hacer, Shakespeare, para escribir lo qué escribió? ¿Cómo se lo hizo para inventar tantos “yo” figurados sin que lo adivinemos (o lo atrapemos) bajo ninguna de tantas máscaras? ¿Quién era Shakespeare como ser humano individual?

La mayoría de los que intentamos escribir siempre decimos “yo”, “yo”... solamente podemos –y sabemos- decir “yo”, “yo”... ¿Cómo se lo hizo Shakespeare para trascender su yo?

Por esto Shakespeare es Shakespeare, y nosotros somos nosotros, claro... Pero... es un tema lleno de matices, inagotable...


No hay comentarios: