sábado, 5 de diciembre de 2015

Bocado de vida

Otro bocado al pollo asado... De un pollo asado quedarían los huesos... Del blog, vete a saber qué quedará... ¿El sabor, quizá? ¿Un regusto de alimento para el alma? ¿No sería esto de lo que debería irse en post cuando se escribe? ¿El sabor de la sustancia que alimenta el alma? Que, al fin y al cabo, es la comunicación con los demás, y el alma se alimenta de esta comunicación...

Todo esto sabiendo y teniendo en cuenta que la autentica comunicación es presencial, un encuentro compartiendo el mismo espacio-tiempo... Mirarnos a los ojos genera dopamina; la dopamina nos nutre. Todo lo que no sea esto, (teléfonos, escritura abreviada, escritura), es solamente comunicación mutilada, incomunicación disfrazada, soledad maquillada...

Sabiéndolo y todo, pero, y teniendo encuentra que al fin y al cabo estamos solos, la lectura y la escritura con fines literarios, (los libros, los blogs), son una bonita soledad acompañada. Comunicación, aunque no presencial, pero alimento para el alma... No siempre un encuentro presencial es alimento para el alma... Un encuentro con un libro, un encuentro escrito, muy a menudo puede serlo, por más que un encuentro presencial sea más real que ninguna fantasmagoría de texto escrito, que al fin y al cabo solo existe dentro de nuestra cabeza, incomunicado, leído o escrito, pero que no se puede considerar un bocado de vida real. ¡Un bocado de vida! (¡Cómo en los anuncios!). Y la vida real jamás acostumbra a estar a la altura de la fantasmagoría...


El pollo asado de Carpanta también era imaginario... y nunca llegaba a clavarle un bocado...

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