jueves, 7 de mayo de 2015

Convertirse en tiempo

Estoy a favor de la lectura, pero tampoco hasta el punto de caer en el papanatismo. (O eso espero, al menos).

Leer ni arregla los problemas como por arte de magia (más bien puede ser un escapismo); ni nos hace más atractivos ni nos adelgaza ni nos hace ligar más (más bien es alimento para solitarios); y tampoco nos hará millonarios, precisamente,

[un inciso: sobre esta plenitud vital que algunos atribuyen a los millonarios, solamente quiero decir “que solamente es feliz en la riqueza quien ya lo era en la pobreza”. Dicho esto, continuemos.]

aunque el tiempo dedicado a leer nos pueda hacer sentir que nos sobra el tiempo (como si fuéramos millonarios, vaya, y no tuviéramos otro trabajo). Leer es el remedio perfecto contra el popular “no tengo tiempo”, pero, claro, no siempre se tiene tiempo.

La excusa más común entre los que no leen para justificar que no leen es este “¡no tengo tiempo para leer!” (que viene a decir: “¡no tengo tiempo que perder!”); tienen una vida, tienen una familia, tienen un trabajo... No sé por qué, pero muchos parecen creer que leer es una actividad para personas con poco trabajo, como si fuera una especie de lujo... No tienen tiempo para leer, y seguramente sea sinceramente cierto, aunque siempre solemos encontrar tiempo para hacer lo que de verdad queremos hacer. Ya digo: solamente tiene tiempo para leer quien tiene mucho tiempo libre quien ya leía un poco cuando no tenía tanto tiempo libre...

* * *

Leer quizá no haría milagros, pero sí que aquellos que leen quizá serían los más capaces de expresarse mejor, y de hacerlo con más pericia, propiedad y adecuación a cada circunstancia.

Ahora, por no leer tampoco pasaría nada.

* * *

La idea sería que empezando a leer por los best-sellers, las novelas de género o por cosas peores (etiquetas de champús, revistas del corazón, periódicos deportivos), una persona llegara alguna vez a leer algún libro bueno... a leer algún clásico... o a leer “los clásicos”...

...y que poco a poco se convirtiera en un lector/a anónimo/a más de aquello a lo que llaman “los happy few”...

...y esto paso a paso...

...de saltito de gorrión a saltito de gorrión...

...un libro tras otro...

...de libro que le gusta a libro que le gusta...

...y que al final pueda disfrutar de verdad leyendo algún libro difícil, un libro que cuando empezó a leer le hubiera parecido imposible de disfrutarlo...


No hay comentarios: