miércoles, 10 de diciembre de 2014

Saliendo de la trampa virtual

Se habla de un mundo compulsivamente emisor, de una sociedad compulsivamente emisora: todo el mundo habla, habla, habla; todo el mundo escribe, escribe; todo el mundo produce...

Pero hay poca gente que escuche, que lea... Sí, leer también significa escuchar...

* * *

Esta semana hará nueve años que empecé a escribir el blog (¡felicidades!), y siento que durante este tiempo he apaciguado muchas urgencias comunicativas, y que ya no tengo aquellas ganas omnívoras de decir cosas que tenía cuando empecé... Lo que antes era un necesidad de expresión profunda y explosiva ahora se ha convertido en un meandro fluvial tranquilo, tranquilo... ¿Ya he dicho todo lo que tenía que decir? Yo también me lo pregunto. (Ahora, como que cuanto más se escribe más tonterías se dicen, eso de no escribir tan a menudo como antes podría ser también un punto a favor...)

* * *

Eso del mundo compulsivamente emisor y poco escuchador es una idea a recordar para todos aquellos blogueros que “emitimos”, aquí y ahora, para recordar, sobre todo, nuestra insignificancia. Todo el mundo emite o puede emitir, todo el mundo puede tener acceso a la “micro celebridad”...

* * *

No quiero dejar de hacer el blog, pero tampoco tengo la energía ni la cadencia comunicativa que tenía antes. Siento que se ha cerrado un ciclo.

En un mundo donde casi nadie escucha... ¿Qué sentido tiene el blog? ¿Le interesa a alguien?

(Antes solamente me interesaba a mí, y con eso era suficiente... De hecho, todavía es suficiente...)

* * *

Después de estos nueve años (con intermitencias)... ¿tiene sentido continuar?

Los posts ya no se me atropellan los unos con los otros...

Ya no siento tan fuerte aquel “caer en el abismo” que hasta hace poco significaba para mí apretar el botón de “publicar”... ¡Publicar!

Ya no sueño que el blog es un puzzle a resolver...

Pero... es mi blog, y estoy contenta de él. Y, aunque escriba menos que antes, no quiero parar...

De hecho, cuando hacía poco que lo tenía me propuse llegar como mínimo a los diez años (aunque fuera con intermitencias). ¡Solamente me queda uno!

¡Pues vamos!

* * *

Que quede entre nosotros; un consejo para alguien que quiera empezar un blog:

... eso del blog empieza de la manera más inofensiva, hablando de un libro que has leído, de una peli, de una anécdota...

... y acabas haciéndote a ti misma sin percatarte de ello una radiografía en el alma...


2 comentarios:

Ferragus dijo...

Me gusta tu blog; lo que haces te gusta y se nota. Gracias por la honestidad de tus escritos.

Clarissa dijo...

¡Gracias Ferregus!