jueves, 23 de octubre de 2014

La cajita de música

Leo en un libro sobre la esquizofrenia que esta enfermedad mental es la dolencia que provoca más desamparo, soledad y marginación en los que la sufren. También dice que explicar la propia experiencia con las partes más negativas y asociales de la enfermedad puede ayudar a las otra personas que la sufren, y puede añadir amabilidad y comprensión a la dureza de su experiencia personal.

Explicar las partes más oscuras y negativas de la enfermedad para ayudar a los demás, pero también, supongo, para ayudarse a una misma, verbalizando, exorcizando, desodiando...

Más allá del cliché (y bromita inofensiva) de querer “arrasar con todo”, de querer pasar a la historia o querer revolucionar la literatura, lo que más me gustaría es poder hacer eso, poder explicar mi experiencia con la enfermedad, para ayudarme a mí misma, pero también para ayudar a los demás. Y eso teniendo en cuenta que muchos de los enfermos mentales que he conocido personalmente son personas de escasa cultura y que difícilmente leerían un libro.. – hay alguno o alguna que sí, pero... Siempre, más bien, son los familiares los que acostumbran a leer esta especie de narraciones. De hecho, sospecho que esta especie de material medico-testimonial-literario constituye una especie de subgénero de la literatura, y no de los más gloriosos, precisamente. Aunque alguno de estos libros tenga cierto interés, sobre todo los escritos por médicos-divulgadores.

* * *

El blog se titula Lazos imaginarios, y mi intención al titularlo así era explicar mi relación con las demás personas (familiares, amigos (¿?), conocidos saludados... ¡y vecinos!), o mi falta de relación con las otras personas, el porqué siempre estoy sola. Eso tiene mucho que ver con la enfermedad, y con la manera como me afecta. Pero, un montón de posts después, me percato que he hablado de todo menos de eso, y que el blog se titula pomposamente Lazos imaginarios pero no he hablado de ninguno de estos lazos... O si he dicho algo ha sido tan discretamente que ni se ha notado.

Hablar de los auténticos lazos imaginarios de mi vida sería hablar de la enfermedad, no sé si para ayudar a los demás con mi testimonio, pero seguro que a mi escribir todo este material (mi material) me iría muy bien; tengo material de escritura para estampar el cuento, la novela y la opera de Rosini... pero solamente se trata de rellenar mi cuaderno o el blog... solamente se pide algún post.

De momento no lo he hecho (hablar de la enfermedad, quiero decir), quizás no lo haga nunca, ya, a estas alturas. (Y más cuando siempre se me ocurren cosas simples para escribir y salir del paso graciosamente de la obligación invisible de publicar algo).

Aquí sí que debo reflexionar mucho sobre el tema, sobre si quiero o no quiero enlodarme con la escritura hasta el tuétano, o solamente quiero pasar la mano superficialmente sobre las teclas y obtener una melodía fácil... Aunque fácil nunca lo sea...



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