martes, 18 de septiembre de 2012

Copiar, perpetuar...

Un verano de hace unos cuantos años me dediqué cada día por la tarde a oír por internet la conferencia de un poeta. Después de haber oído tantas conferencias, había muy pocos poetas de quienes me hicieran tilín los poemas, y eso a pesar que todas las poéticas propuestas eran muy interesantes. Pero concretamente había uno los poemas de amor del cual resaltaban por su sinceridad, pasión y concreción, como un apasionado clavel rojo entre claveles blancos, y además confesó que los había usado con éxito en el mundo real, que no eran meros ejercicios de estilo... Aquellos poemas eran buenos y un poco diferentes de los poemas de los otros poetas de la conferencias, que también eran buenos, pero que quizá no me llegaban tanto. Me planteé si podía haber algo que diferenciaba a aquel poeta de los demás...

Había una diferencia, algo que dijo como de pasada: aquel poeta se había dedicado de más joven a copiar por placer los poemas de los poetas clásicos grecolatinos...

Me acuerdo de una peli de terror donde quien veía un video maldito de alguien que sufría era eliminado por un monstruo que salía de la tele mismo. Sólo los que hacían una copia de aquel video, y “perpetuaban la llamada de socorro”, los que daban voz al grito de ayuda, se salvaban del triste destino...

Hice volar la imaginación, relacionando cosas que quizá no tiene nada que ver...

¿Y si “perpetuar los clásicos”, haciendo una copia, fuera bendito de alguna forma en la calidad de la escritura de quien hace la copia?

--- Eso tanto podría ser una gran tontería o uno de los secretos más bien guardados de la perpetuación de la tradición... No me atrevo a dar un veredicto...

* * *

A pesar de eso, parece que copiar textos bien escritos que admiramos (aunque no sean los de clásicos grecolatinos; todos tenemos nuestros propios preferidos), y no solamente leerlos, va bien para mejorar el estilo de cualquier escritura...
 

2 comentarios:

Ferragus dijo...

…y a propósito de poesía, si mal no recuerdo, nunca has publicado en el blog algún verso de vuestra autoría, si es que los tienes. Ahora me nació la duda con estas líneas: ¿Escribes poesía?
Mí aprecio, chiquilla.

Clarissa dijo...

Ni he escrito poesía ni volvería a escribirla...