Me acuerdo que cuando empezaba esto de los blogs, la mayoría de personas que escribían uno lo hacían bajo pseudónimo. Era por precaución, nadie sabía donde nos acabaría llevando eso de “la red”, y como era muy al principio, había miedo a lo desconocido. Era mejor ser precavido por si acaso.
De un día por el otro, pero, llegó el “libro de caras”, y todo el mundo perdió el miedo a interactuar en la red con su nombre real; incluso algún que otro blog renunció al pseudónimo y supimos los nombres de muchos blogueros.
Yo también empecé el blog con un pseudónimo por precaución. Aunque ahora creo que no pasaría nada, todavía no me he decidido nunca a escribir el blog con mi nombre real. De todos modos, este no es un secreto, y muchas personas lo conocen. De momento, pero, continuaré con el pseudónimo.
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