domingo, 5 de junio de 2011

Más sobre las paranoias

Reconozco que quizá hay alguna otra explicación al misterio de la falta repetida de las botellas de champú, aparte de que los vecinos nos tiene manía. Cual podría ser esta explicación, ya sería más complicado de descubrir, pero en un estado mental normal puedo conceder el beneficio de la duda. ¿Me aconsejáis ir allí y preguntarles directamente si los champús faltan porqué es una indirecta? ¿No podría ser un pelín violento? En todo caso, por problemas de logística he de ir a esta tienda a la fuerza, o sea que si fuera verdad la paranoia de que no quieren que vaya más habría mordido el polvo.

Pero, ¿os imagináis despertaros cada día en la misma casa que alguien que está convencido que cuando va a las tiendas le lanzan indirectas para que no vaya más? Vivir con alguien que está convencido que, en las tiendas, cuando hace poco que va, todo el mundo le sonríe, pero cuando hace un tiempo que compra allí, por alguna razón desconocida, (no sabe si hay alguien que está en contra suya que les va a decir algo), le empiezan a hacer mala cara y ha de volver a empezar en otra tienda? Y eso le pasa siempre... Evidentemente una vida así no es un lecho de rosas, más bien es clavarse las espinas una y otra vez...

Sé que vosotros sois “normales” y no comprendéis lo que es vivir la manía persecutoria. Yo, literariamente, lo que es esto sólo lo he visto plasmado en el Proceso, de Kafka. La manía persecutoria es como tener un proceso abierto en que todo el mundo te juzga y te condena y te pone mala cara y no sabes porqué. Un profesor de literatura me dijo que la obra de Kafka no tiene nada que ver con paranoias, pero estoy convencida que él no lo ve porqué no las ha sufrido jamás. Para una persona que haya sufrido paranoias, una obra como el Proceso, incluso una obra como La trasformación, la del escarabajo, son metáforas perfectas de lo que pasa por la cabeza de una persona con esta enfermedad. Y revindico que la obra de Kafka se pueda leer a más de un nivel, a un nivel fantástico, a un nivel de asco ante la burocracia, que es como dicen los profesores de literatura que se debe leer, o a este otro nivel, quizá más profundo y angustiante, quina no evidente, pero que para alguien que lo haya vivido queda muy claro. ¿O es que vosotros os pensáis que alguien que escribe unos libros como estos es una persona normal? Y reconozco que una explicación como esta da miedo, incluso a los profesores de literatura. Todo lo que sea hablar de paranoias a las personas normales siempre les da mucho miedo.

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