miércoles, 15 de junio de 2011

El estigma de la turba

El otro día hablaba de un escritor muy importante con alguien, y cuando le dije que era rumano –yo lo decía con toda mi emoción y sentido del exotismo-, corrugó las cejas y dijo: ¿“cómo los gitanos rumanos”?

Soy consciente que actualmente en nuestro país Rumanía sólo es conocida por los inmigrantes de clase baja que se instalan aquí y parecen no saber cumplir las más mínimas normas de civismo (no diré que eso no exista o que estos inmigrantes se adapten bien), no por nada cultural o por ningún personaje importante.

Cioran, Mircea Eliade, Brancusi... para mi Rumanía siempre ha estado asociada a estos personajes, como un territorio romántico, aunque todos ellos se marcharon de su país y escribieron en otras lenguas, no en rumano. Cioran y Mircea Eliade siempre han sido escritores por los que he sentido especial simpatía, y  Brancusi es uno de los pocos escultores de los que conozco su obra. La lengua materna de estos artistas es una lengua hermana de las nuestras. Me sabe un poco mal que su patria sólo sea conocida entre la gente de  la calle como el país “de los gitanos rumanos”...

2 comentarios:

Anabel Rodríguez dijo...

Y de Drácula... lo que resulta todavía peor. Pues mira es cierto que ahora tenemos inmigración rumana, pero que hay gente de toda clase y condición. Los hay que ponen tiendecillas, tocan música en las calles... pues eso, que hay de todo, como en botica.

Ferragus dijo...

Tierra que también recibió los huesos de Ovideo.