martes, 12 de octubre de 2010

El alma a cambio

Dicen que Paganini hizo un pacto con el diablo para poder tocar diabólicamente bien... A veces me he planteado si yo haría o no haría un pacto con el diablo para conseguir ser una gran escritora... También pueden hacerse pactos con el diablo para conseguir otras cosas... ser eternamente joven, por ejemplo... o ser eternamente rica... Pero, antes que hacer un pacto con el diablo para ser eternamente joven, eternamente rica o para escribir bien, yo el pacto con el diablo (si existiera y creyese en él) lo haría para amar y ser amada...

Sólo hay un pequeño problema: el diablo no concede el amor... (aunque pueda conseguir sexo). En esta vida se puede escoger entre tener poder o amar, pero las dos cosas a la vez no son posibles, dicen... Es evidente que eso del poder es una cosa que ha de conceder del diablo... el amor, amar, en cambio, es más cosa de dios, de la virgen maría y de los ángeles (aunque no creamos mucho en ellos).

¿Se puede hacer un “pacto con el diablo” con dios? Para amar y ser amada...

(No os habéis dado cuenta que en este mundo, tal y como somos, es mucho más difícil ir al cielo que al infierno? En cambio, nos prefiguramos que el diablo es quien está ansioso para que pactemos con él y llevarse nuestra alma... cuándo estadísticamente en el infierno deben ir el 90 por ciento de las almas... ¡si el infierno debe estar lleno sin necesidad de que el diablo pacte con nadie! ¿no debería estar mucho más ansioso dios por hacer “pactos” y llevarse alguna que otra alma al cielo, que debe estar más vacío que mi cajón para las chocolatinas? Eso en el caso de creer en estas cosas, claro...)


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