Hoy, cuando he oído a Javier Bardem dedicando su premio a Penélope, me ha venido a la cabeza aquello que dije que la Penélope era una mujer-objeto y que le convendría leer más. ¡Ay! Con ese pedazo de hombre entre las piernas, ¿quién puede pensar en leer? Me alegro que la vida amorosa de Penélope se haya estabilizado. Espero que duren.
domingo, 23 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario