Si os dijera que a veces escribo en estado “mediumnítico”, es decir, al
dictado de una fuerza ajena, ¿os lo creeríais? ¿No? Pues no os lo digo. Pero
esto de la inspiración que enciende la bombilla de las ideas es puñetero... y
no se controla tanto como se querría...
Más que nada, si os dijera esto que escribo en estado de médium, en “modo
médium”, que diríamos ahora, os lo diría para escapar de cualquier
responsabilidad (en el caso de haber dicho alguna tontería en algún post
pasado). Pero esto no es muy serio... Es decir, si me equivoco, es culpa mía...
y si acierto, pues es la fuerza esta... (¿...?) Si pretendiera que es al revés
tendría mucho morro... Ahora, quizá por morro tampoco quedaré... Para cargar la
responsabilidad de las propias cosas al “modo médium” ¡se tiene que tener
realmente mucho morro! Pues yo lo tengo.
Ahora, ¡no os creáis! Suerte tengo, del “modo médium”, para qué me pase
alguna idea por la boina, de vez en cuando... ¿O no? ¿Qué querría, quedarme todo
el mérito y escapar de toda la responsabilidad? ¡Más morro que esto no se puede
tener!
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