Me gustaría matizar esto del “absolutamente nada”, que vendría a ser lo que
nuestra escritura significaría para el mundo, el mundo mundano.
El otro día estuve en un conocido centro comercial gironino
acompañando a una persona familiar mía,
y allí había miríadas de personas. Por suerte, se me ocurrió pensar ante mi
natural pánico escénico ante tanta gente, que allí no había nadie que hubiera
leído mi blog, ni ningún blog, y si alguien se reía de mí seguramente sería por
otras causas. Este es el absolutamente nada de que me parece que habla
Hawthorne:
¿qué significan la lectura y la escritura para la miríada de personas que
van al centro comercial cualquier sábado por la tarde? (¡Un centro comercial
donde no hay ninguna librería, además!) Absolutamente nada. Y una se alegra y
se tranquiliza ante la multitud, claro, aunque me sabe mal que no haya ninguna
librería.
* * *
¿Qué significan para estas personas Stendhal, Jane Austen, Italo Calvino?
¡Si por las teles se veía el fútbol! (No lo digo para criticar, allá cada cual
con sus intereses. Además, ver o escuchar el fútbol en principio es compatible
con abrir un libro de vez en cuando...) Si estas personas no saben que echan de
menos a Stendhal, no me preocupa nada que no hayan leído mi blog. Aquí el
“absolutamente nada” sería más bien un elogio...
* * *
Las almas susceptibles que no salimos demasiado de casa también tenemos que
ir al centro comercial este sin ninguna librería de vez en cuando... Me
angustié mucho. Se nota que no salgo demasiado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario