jueves, 19 de noviembre de 2015

Las palabras del fútbol

Volviendo la tema del fútbol, al agradecido y socorrido tema del fútbol, (no os preocupéis, que dije que no hablaría de ello, y no voy a hablar de ello), mi excusa para hablar de fútbol es precisamente esta: que hablando del tiempo o del fútbol es el tipo de cosa que parece hecha adrede para hablar y entrar en comunicación, y no hace falta saber absolutamente nada sobre el tema.

No se debe hablar de lo qué no sabe, es decir, que no debo hablar de fútbol si no sé nada de fútbol, aunque sea hablar de ello solamente para romper el hielo, es decir, para entrar en conversación.

Y me gustaría añadir una explicación; un detalle que yo no había tenido en cuenta: ya sabéis que yo no voy a bares, que es en el blog donde me gusta expandirme. Si fuera a un bar, y hablara en él de fútbol, y allí dijera lo mismo que podría decir por escrito, esto no tendría ningún tipo de trascendencia, y nadie se fijaría en ello. En cambio, diciendo lo mismo, si se hace por escrito con una cierta gracia, parece que se diga vete a saber qué, parece que lo dicho se revista de una definitividad que la palabra no escrita normalmente no tiene. A través de la palabra escrita el mensaje se magnifica, y siempre parece mucho más importante de lo que es. (¡Pasa mucho en el twitter, esto!) Es decir, que si sabes decir lo qué piensas o lo qué dirías en voz alta por escrito, siempre parece que sepas más de lo qué sabes, aunque hables de un tema de que realmente no sabes nada.

En el bar se notaría enseguida, que no sé nada, si pretendiera hablar de fútbol, y tampoco sería ningún problema: es por ello que existe el fútbol, para poder hablar de él aunque no se sepa nada.

En el blog, también se nota, quizá de un modo más evidente, pero las vueltas mismas del lenguaje pueden disimularlo como tras una niebla. El hecho que un texto que dice algo esté bien redactado hace como de pantalla, y vale para hacer olvidar si se sabe o no se sabe, del tema de qué se habla, por el placer mismo del texto. Quien escribe puede saber poco del tema, pero como mínimo que el texto que sea testigo de ello haga de buen leer. Esta es la idea siempre que se escribe: que lo bien escrito que pueda estar haga olvidar otros fallos; te emborrachas con el soniquete, y ya no sabes casi ni lo qué dices.

Con esto solamente quiero decir que no hablaré de fútbol, pero que si hablara, (o lo qué ya he dicho sobre el tema), no debería de hacerse de ello mucho caso, aunque estuviera bien redactado, ni nadie debería sentirse aludido. El mismo tipo de trascendencia que tendría en el bar, vaya.

* * *

Y ya sé que esto es contradictorio para alguien que quiere que hablando de libros se le tenga en cuenta.

Y, precisamente porqué no podría hablar de libros en el bar, no hablaré de fútbol en el blog. Me parece y de momento.

Ahora, tenéis que reconocer que el fútbol es un gran tema para “entrar en comunicación”...

... sobre todo si llevas unos días en los qué te has quedado sin palabras.



No hay comentarios: