sábado, 27 de septiembre de 2014

Lo que faltaba para bingo

El otro día vine a decir que publicar el blog era como tener una larga conversación en un bar virtual. Pues bien, en este bar, como buen bar, no podían faltar los gin-tónics... (¡!) (¡Virtuales!)

Se ve que existe una página web (que seguramente sabréis encontrar mucho mejor que yo), en la que te puedes servir un gin-tónic virtual con toda la ceremonia y parafernalia, y con el cling cling de los cubitos virtuales y todo.

Lo explicaron por la radio unos viajeros que habían conducido desde el norte de la península hasta el sur y que gracias a la conexión a internet se habían ido sirviendo unos cuantos gin-tónics virtuales mientras conducían.

Ideal para abstemios ritualistas.

Ya lo sé, probablemente haya pocas páginas más tontas que esta, pero aquí la tontería da alas a la imaginación y a la fantasía, y seguramente también sea cierto que debe haber pocas páginas más surrealistas.

Un gin-tónic presupone una socialización, “te pone”, por decirlo de alguna forma, y pone a los demás. Y si lo puedes disfrutar virtualmente y continuar siendo abstemia...





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