Hubo un momento en el qué
me interesó mucho toda la literatura escrita por mujeres, aunque sin
fanatismos. Para decirlo de otra forma, me interesaba como había sido posible
que aquellas mujeres escribieran, en un mundo de hombres y machista. Se sabe,
me parece, que ha habido épocas y lugares en los que las mujeres tenían
prohibido escribir. Todavía ahora... (Eso aparte, se considera que muchas obras
publicadas como anónimas podrían haber sido escritas por mujeres precisamente
por ello).
Pero, con el tiempo, me
lo he pensado dos veces, y ha vuelto a interesarme más por las obras escritas
por hombres... No sabría explicarlo. Siempre que se habla de cómo de bien
escribe una mujer en concreto, o de las pocas escritoras que hay y lo buenas
que son, me parece que se las trata con condescendencia, queriendo decir
“pobrecillas”, “hacen lo que pueden, pero vamos a la escritura de verdad, que
es la que escrita por hombres...” Quizá sea solamente una impresión mía, no lo
sé.
Ahora estoy más por las
obras buenas, independientemente de quien las haya escrito. Ahora, la mayoría
han sido escritas por hombres... De todos modos yo no creo que se deba ser
hombre para escribir bien, y aquella plegaría tan famosa de Dorothy Parker, en
la que le pedía a dios escribir como un hombre, me parece un tanto absurda...
No he creído nunca en la
lectura como militancia, ni tan solo para una causa justa; se debe leer por
placer. Pero me sabe un poco mal que, aparte de algunas honrosas excepciones,
todo aquello escrito por mujeres se considere “menor” o testimonial. Queda
camino por recorrer, todavía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario