jueves, 10 de julio de 2014

De literatura en femenino

Hubo un momento en el qué me interesó mucho toda la literatura escrita por mujeres, aunque sin fanatismos. Para decirlo de otra forma, me interesaba como había sido posible que aquellas mujeres escribieran, en un mundo de hombres y machista. Se sabe, me parece, que ha habido épocas y lugares en los que las mujeres tenían prohibido escribir. Todavía ahora... (Eso aparte, se considera que muchas obras publicadas como anónimas podrían haber sido escritas por mujeres precisamente por ello).

Pero, con el tiempo, me lo he pensado dos veces, y ha vuelto a interesarme más por las obras escritas por hombres... No sabría explicarlo. Siempre que se habla de cómo de bien escribe una mujer en concreto, o de las pocas escritoras que hay y lo buenas que son, me parece que se las trata con condescendencia, queriendo decir “pobrecillas”, “hacen lo que pueden, pero vamos a la escritura de verdad, que es la que escrita por hombres...” Quizá sea solamente una impresión mía, no lo sé.

Ahora estoy más por las obras buenas, independientemente de quien las haya escrito. Ahora, la mayoría han sido escritas por hombres... De todos modos yo no creo que se deba ser hombre para escribir bien, y aquella plegaría tan famosa de Dorothy Parker, en la que le pedía a dios escribir como un hombre, me parece un tanto absurda...

No he creído nunca en la lectura como militancia, ni tan solo para una causa justa; se debe leer por placer. Pero me sabe un poco mal que, aparte de algunas honrosas excepciones, todo aquello escrito por mujeres se considere “menor” o testimonial. Queda camino por recorrer, todavía.


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