sábado, 12 de julio de 2014

Amargura y prejuicio

Recuerdo haber leído en una revista literaria que Cernuda era un amargado. De hecho, que era “el amargado” de su generación poética... ¡Qué peligrosas y absurdamente simplificadoras son las etiquetas!

Después de la lectura de su prosa, volumen primero, y el picoteo de algunos de sus poemas sin tener de ellos una impresión global, me doy cuenta que vale, quizá gastaba cierta amargura en según qué temas, y cierta mala leche (y seguramente tenia razones para ello), pero que en general era una persona que alababa la vida, el hecho de estar vivo como un don y una oportunidad, de una forma que no encaja en absoluto con la forma como representa que se enfrentan a la vida los “amargados”...

También recuerdo haber leído por internet que Cernuda no se interesaba por la docencia (era profesor de literatura castellana). Aquí yo creo que hay un malentendido: por lo que no se interesaba Cernuda era por hacer carrera académica, como mínimo esta es la impresión, no que no se interesara por las clases o por el aprendizaje de sus alumnos... Me hace el efecto de haber sido un muy buen profesor... Ahora, que no quisiera subir peldaños en el mundo académico porqué estaba más interesado en componer sus poemas (o en vivir su vida), es otra cosa... No sé, quizá me falte información sobre esto...

Pues nada, que este tal Luis Cernuda me hace sentir avergonzada por haber querido tirar la toalla tantas veces... Aunque cada cual se sabe lo suyo, parece que para él las críticas, incomprensiones y puñaladas de los demás no eran suficiente para chafarle las ganas de vivir y de escribir poesía...

De hecho, se tomaba la poesía como una cuestión vital, “fatal”, como dice él, y se permite poner verdes a todos los que consideran la poesía como un divertimento, como a algo accesorio o ornamental, o como una excusa para aislarse en una torre de marfil y no vivir la vida o el amor... Quizá es por ello que parece amargado... Se daba cuenta que la poesía no es tan importante para los demás, y que incluso hay poetas para los que la poesía no es tan importante... Tal y como se tomaba él la poesía, no me extraña que eso lo pusiera de mala leche...

Se nota un cierto resentimiento contra aquellos quines no ven la poesía como la veía él, y a veces en el libro se confunde la visión de la poesía que tenía el poeta del que habla, que está en descuerdo con la que tenía él, con el juicio de la calidad de sus poemas... Es decir que clasifica los poetas según lo que sea para ellos la poesía antes que por sus poemas en sí. No sé si ello es una impresión mía, y quizá sea injusta. Pero hay poetas que a mí me gustan mucho a quienes él critica justamente por ello: que no ven la poesía como la veía él. No sé si eso es estar amargado o es estar cargado de prejuicios...


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