martes, 17 de diciembre de 2013

And lots of paragrafs happened... – Y un montón de párrafos ocurrieron...

A veces, en un escrito, aquel quien escribe cree que está diciendo una cosa, pero aquel quien lee, no es ya que lea otra, sino que leyendo lo mismo entiende otra.

Eso puede provocar malentendidos considerables...

A mi entender, la escritura es buena cuando pasa eso, cuando de un mismo escrito se pueden hacer diferentes lecturas, a partir de las mismas palabras escritas... – Una de las cuales siempre explica a aquel quien escribe y su más íntima verdad.- Pero se pueden hacer otras interpretaciones, según el paradigma donde se encuentre aquel quien lee y el grado de conocimiento que tenga de aquel quien escribe... o del ser humano en general... –A veces la interpretación que se hace dice más de aquel quien la hace que no de aquel quien ha escrito... – Son posibles tantas interpretaciones, o lecturas, como personas vayan a leerlo...

Como aquella quien escribe, lo temo un poco... No ya mostrarme, sino que algún lector en la otra punta del mundo pueda conocerme mejor de lo que me conocen en casa, de lo que me conozco yo misma... sólo habiéndome leído...

Arriesgarse a que te conozca quien no te ve, quien solamente te lee, es el precio de la escritura...

A veces me pregunto si me lo he pensado bien, si es eso lo que quiero... Si arriesgarse vale la pena... Ya no digo pecuniariamente, sino como filosofía de vida... Un escritor debe ser sincero... Todos tenemos cosas de las que no nos gusta hablar... Y pensándonos que explicamos otras historias decimos cosas de nosotros a nuestros buenos lectores de las que ni tan solamente somos conscientes...

No lo sé, no me lo había planteado nunca de verdad, no sé si eso es lo que quiero cuando escribo... que a través de la transparencia del párrafo se me conozca... y dar la posibilidad que cada nuevo lector me vea a su manera...

No lo sé... no he pensado mucho en ello en serio... Siempre, sólo, he escrito y nada más, sin pensar más allá, sin cálculos. – Que, además, si los hubiera hecho seguro que estarían equivocados.- No se ha, no se puede, calcular el efecto que hace lo que se escribe... en los demás, en una misma... La escritura calculada, como una manta demasiado corta, si queremos que nos tape la cabeza, nos deja al descubierto los pies...

Para no multiplicar los malentendidos es mejor no intentar calcular el efecto de lo que escribimos. Lo que deba ser será. La imagen que demos será; no puede ser fruto de un cálculo... Pero... ¿podemos escribir así de despreocupadamente en un medio como internet, en un mundo como en el que vivimos?




2 comentarios:

Ferragus dijo...

Imagino que nos pasa con cualquier cosa que hagamos; pareciera que en todo vamos dejando un poquito de nosotros, aunque no queramos. Trazas de nuestra alma. Cuando describimos un personaje intentamos alejarnos lo más posible de aquel, no obstante…

Clarissa dijo...

No sé si querría convertirme en un personaje...

Me alegro que todavía estés ahí!