viernes, 29 de junio de 2012

De tuyas a mías

Hace años, hice un post donde criticaba que un famoso motorista que se había quedado paralítico hubiera hecho un libro basando su relato diciendo que quedarse paralítico era lo mejor que le había pasado en la vida, cuando yo creía que diciendo eso se engañaba a sí mismo; no fui demasiado comprensiva.

El otro día escribí un post con una idea de virtud similar para mi acción de lanzarme al tren. No dije que eso era lo mejor que me había pasado, pero casi; hablé de la parte positiva, como si aquello hubiera sido algo bueno.

Solamente querría decir que tirarse al tren es algo horroroso, que no aconsejo a nadie, y que cada vez que me duele la espalda me acuerdo y me arrepiento. Este dolor de espalda no se irá jamás. Fui una estúpida. Quizá al cabo de un tiempo desperté y me di cuenta de cosas, pero quizá me habría acabado despertándome igual al irme haciendo mayor.

Llegué a decir que no contaba las secuelas del accidente entre los peores de mis males. Quizá sí que tengo males peores, -sobre todo males psíquicos-, pero no quiero ir por el mundo diciendo que lanzarme al tren es lo mejor que me ha pasado, me parecería una imbecilidad, aunque no reniegue de la parte positiva que con el tiempo le he acabado viendo... ¡qué remedio!

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