Una vez, alguien muy
aplicado me dijo: “tú haces trampa, puedes leer poesía en inglés ¡porqué te
lees cada poema treinta veces! Así cualquiera. Si yo fuera capaz de leer cada
poema treinta veces ¡también leería poesía en inglés!”.
Y no solamente leo cada
poema treinta veces, sino que consulto todas las traducciones que tengo a mi
alcance, y además... (¡sacrilegio!,¡sacrilegio!): ¡ojeo el diccionario!
Me sabe mal que se haya
entendido que la poesía en inglés la leía a la primera, de una sola vez y de
una tirada...
No hay comentarios:
Publicar un comentario