sábado, 7 de enero de 2012

Puntualización puntualitzable

Ayer dije que hubo una época de mi vida en que no me sentía digna de ser querida por un hombre porqué estaba gorda.

Siento que tengo lectores masculinos a quienes debería explicar mejor este concepto.

Cuando digo que no me sentía digna ser querida quiero decir exactamente eso, querida, no “cubierta” (como un macho cubre una hembra); a pesar de estar gorda, siempre he sabido que era tan buena como cualquier otra hembra para que un hombre se desahogue conmigo y me deje, los hombres no le hacen ascos a nada a la hora de “tapar agujero”, ni tan solamente a las gordas.

Cuando digo que no me sentía digna de ser querida porqué estaba gorda me refiero a sentirme digna que un hombre me escuchara, me respectara y quisiera ir a lugares conmigo; no quiero decir que no me sienta digna de ser “cubierta”. Para que un hombre “tape agujero” y pase a otra cosa cualquier hembra sirve, incluso una gorda.

* * *

A lo largo de mi vida, a pesar de estar gordita, he encontrado muchos voluntarios para intentar “cubrirme”; muy pocos para escucharme y compartir mi mundo. Aunque que que un hombre me escuche no significa que me acabe metiendo en la cama con él, lo que tengo claro es que no quiero meterme en la cama con un hombre que no haya dedicado mucho tiempo a escucharme, con un interés real en lo que digo, y no solamente con un interés puesto en “cubrirme” y en “tapar agujero”.

(Ostras, oigo a otra mujer, alguien con experiencia, que dice: “pues te quedarás sola, niña...”)

¿Será posible?

No hay comentarios: