Existe una aparente contradicción en decir que los valores conservadores no nos tocan el alma y decir al mismo tiempo que los valores arribistas de la televisión son de cartón-piedra... En principio, parece que una cosa u otra, y que no se pueden considerar los valores “buenos” falsos al mismo tiempo que se consideran falsos los valores “malos”. Parece que suba a dos caballos diferentes que se muevan en sentidos opuestos, pero en el fondo quiero ir a un mismo sitio con un solo caballo.
El mundo no es maniqueo, las cosas no son completamente blancas o completamente negras, sino que hay todos los matices del gris y de los demás colores del arco iris, y los valores conservadores pueden ser falsos como un billete de trece mil y los valores arribistas de la tele pueden ser de cartón-piedra como los decorados de la tele, aunque sean aparentemente opuestos y que parezca que si no son verdaderos los unos deberían ser verdaderos los otros.
El mundo es infinitamente matizable. Me gustaría saber explicarlo mejor.
2 comentarios:
...Lo has explicado bastante bien, Clarissa.
¡gracias Ferragus!
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