Cuando empecé a pensar en el índice que hay en un lateral de la página, pensé que los nombres que salían allí debían ser imaginativos y poéticos, seductores. Con el tiempo, me he dado cuenta que de lo que se trata en un índice no es de imaginación o de poesía, sino que sus palabras sean capaces de guiar perfectamente al lector por esta página continua que es el blog. Al final, he aprendido a poner nombres prácticos y que sirvan para eso.
jueves, 13 de octubre de 2011
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