lunes, 15 de agosto de 2011

Espada y escudo

Los libros Otra vuelta de tuerca y En el castillo de Argol tienen en común que se consideran libros de miedo. El libro del desasosiego no se considera de miedo, pero alguien lo definió como un libro de “terror existencial”. El libro El ayudante, de Robert Walser, no se puede considerar de miedo de ninguna forma, pero genera una angustia difusa que tiene mucho a que ver con lo que provoca la angustia en los libros anteriores.

¿Qué tiene en común estos libros?

Pues la absoluta y apabullante soledad del o de la protagonista. No es solamente que la persona que nos narra la acción no tenga familia, amigos o nadie con quien hablar... es que está situado o situada en una especie de cáscara de aislamiento que le impide comunicarse con los demás... nadie le ama de verdad ni la persona que narra tiene a nadie por quien preocuparse íntimamente y ser correspondido. Eso es lo que de a miedo realmente y lo que es angustiante de estos libros.

Las alienaciones de la modernidad nos encaran, en nuestra sociedad, a la soledad, y puedes estar casado y tener hijos y sentirte muy solo o sola. En nuestro mundo se nota mucho la soledad porqué se trata de un mundo compulsivamente emisor, en que todo el mundo lucha por explicar su batallita, pero poca gente se para a escuchar las batallitas de los demás. Ya os lo dije una vez: probad de escuchar a las personas de vuestro alrededor y veréis que eso hace maravillas. Incluso está demostrada la curación de los males mediante la posibilidad de ser escuchado: se llama psicoanálisis, y debe pagarse como un lujo más en nuestro mundo alienado.

Precisamente porqué las personas de nuestro mundo sólo piensan en emitir, y no en escuchar, hay poca gente que lea. Leer un libro es escuchar lo que nos quiere decir. Tenemos dificultades en escuchar qué nos quieren decir los antiguos, y en cambio todos pensamos en escribir un best-seller, es decir, en ser emisores al máximo nivel posible, incluso llegamos a pensar que lo podemos conseguir sin haber escuchado nada: sin haber escuchado a la gente, sin haber leído ningún otro libro...

Pero hay una diferencia entre los best-sellers y los libros de la lista que he hecho antes (aparte de la nefasta calidad literaria de la mayoría de best-sellers): así como los libros de los que he hablado nos presentan la absoluta soledad y el culo de saco en que vive su personaje, los best-sellers acostumbran a tener en común que nos presentan unas relaciones humanas idealizadas, en que los protagonistas jamás están solos, o pueden estarlo durante un rato pero luego se soluciona. O incluso pueden acabar aceptado su soledad y no vivirlo ya como un mal, porqué se dan cuenta que alguien les ha querido. Parece que dar este mensaje positivo que los seres humanos en el fondo no estamos solos porqué siempre hay alguien más (que a veces puede no ser explicito), hace que un libro, por malo que sea, conecte con el público.

Pero, ¿dónde quiero ir a parar con todo esto? Pues simplemente en aconsejar a quien se sienta en el estado en que se sienten los protagonista de los libros que citaba principio (en esta angustia de no tener a nadie), que se ponga a leer. Nunca se está solo con un buen libro al lado. Y me diréis: pudiendo tener calor humano, ¿quién piensa en leer? ¡Yo quiero calor humano, no lecturas! Todo llegará, pero mientras esto no llega ¡tenéis que entreteneros! Cuando una persona ha tenido un accidente, mientras está en la ambulancia le hacen las primeras curas, ¿no? No se esperan a llegar al hospital porqué entonces quizá ya no estará... Pues eso es lo mismo: leer como una “cura de emergencia”, como unas primeras curas contra la soledad mientras se llega al hospital, es decir, mientras se espera a conocer a alguien que te cure de verdad, aunque en el fondo sepas que es muy difícil que eso pase. ¿Por qué os pensáis que bebe o se droga la gente? Pues por eso mismo, porqué no pueden soportar la soledad, no pueden soportar no tener a nadie que se preocupe verdaderamente por ellos. Pues antes de caer en según qué adiciones, es mejor caer en la adición a los libros, ¿no?

Leer no os solucionará la vida, pero os puede hacer volar... ( y os puede hacer pasar mejor la angustia de la soledad...). Pero siempre teniendo en cuenta que hemos venido a este mundo a aprender a amar a los demás (que no es lo mismo que a permitir que los demás se aprovechen de nosotros), no a leer por leer, y que leer es válido cuando nos ayuda a eso, a entender mejor a los demás. Leer puede ser un refugio y un camino de aprendizaje, pero no puede substituir el contacto humano.



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