miércoles, 10 de agosto de 2011

Clásicos accesibles

¿Qué quiero decir con eso que Hemingway y Scott Fitzgerald son “accesibles”? Pues simplemente que si alguien que no está acostumbrado a leer demasiado intenta ponerse con una obra suya, tiene más posibilidades que le guste que con otros autores también considerados clásicos, pero que quizá son más espesos para alguien que no estés acostumbrado a leer habitualmente. ¿Quiere decir que estos autores son menores? No, porqué también tienen un nivel de lectura que puede gustar a alguien que lea habitualmente y busque algo más en la lectura, aparte del nivel más accesible (de seguir la trama) que puede atraer a un lector no tan preparado.

Esta capacidad de funcionar a diversos niveles de lectura se ve muy bien en Kafka, por ejemplo, donde hay lectores que se quedan en la simple trama del protagonista rechazado y sus visicitudes y en cambio otros consiguen bucear hasta la terrible metáfora de la experiencia humana que representa.

El Viejo y el mar es un libro que puede parecer incluso sencillo, en que todo se reduce a una simple trama graciosa, y eso puede atraer a un tipo de lectores que lo entienden enseguida, pero en cambio puede ser leído como un texto mítico e incluso místico... O El gran Gatsby, que tiene un tercer nivel de lectura muy refinado sobre como nos vemos los unos a los otros y en cambio hay quien se queda en el incidente del crimen, o, ya a un nivel más elevado, con la idealización de la derrota que representa.

También hay otra manera de leer estos libros, que es como escritor, siendo consciente de los recursos estilísticos que usan sus autores, de la estructura y de las metáforas que usan, de la limpidez de sus frases, y que permite admirarlos realmente.

Ahora, estoy segura que si estos dos escritores son usados como ejemplo en el libro de qué hablaba en el post anterior es porqué de alguna forma representan aquello que parece que todo buen escritor actual debería ser capaz de hacer de una manera sencilla... Aunque en realidad no sea así, y escribir con la sencillez que lo hacen estos autores sea muy difícil.

Además, también son de las “últimas incorporaciones “ a la lista de clásicos y eso los hace más cercanos y fáciles de leer para un lector de hoy en día (quiero decir que en comparación con los clásicos medievales o decimonónicos puede parecer que son otro tipo de clásicos, unos clásicos que se entienden, y como que se entienden hay a quien le puede parecer que no son tan clásicos como los libros ferragosos y difíciles que no se entienden sino es como mucho más esfuerzo...). Los entendemos mejor porqué son de una época más actual y el mundo de qué hablan nos es más cercano.

O sea que lo que quería decir con eso que son “accesibles” es que los libros de estos autores (o algunos de los libros de estos autores) son de buen leer para un lector actual que no esté acostumbrado a leer demasiado, pero que también gustarán a lectores más exigentes.




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