domingo, 31 de julio de 2011

Sin la lengua fuera

Este Tour pasó dos veces: el ciclista llega arriba del puerto después de una ascensión épica ganando la etapa y dejándolos a todos con la lengua fuera tras de sí, y cuando llega arriba está fresco como una rosa, lleno de energía y euforia por haber ganado, tanto que parece capaz de empezar una nueva ascensión en aquel mismo momento. Esto, en vez de arrastrarse por los suelos de cansancio después del esfuerzo de haber ganado la etapa, que es lo que sería lógico. Después de lo que han hecho los ciclistas deberían estar agotados, y en cambio en estos dos casos fue evidente que les sobraba energía... A ver, señores ciclistas, hagan el favor de poner cara de cansados cuando ganan épicamente una etapa, que ya el ciclismo invita de por sí a pensar mal, como para que ustedes se dediquen  a dar saltitos después de una prueba tan dura...

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