domingo, 24 de julio de 2011

Que bonito que seria morirse...

Qué bonito sería morirse...
Qué bonito sería morirse un domingo por la tarde, a la hora de la siesta, después de haberte regalado un buen arroz del domingo...
Qué bonito sería dejarse morir mientras dormitas, y sentir que nunca más, nunca más oirás a nadie que te critica, que nadie va a manipularte nunca más, que nunca más te sentirás excluída del vínculo que une a los demás entre ellos...
Que bonito seria morirse y sentir que nadie va ha hacerte sufrir nunca más...
Que bonito sería sentir que el sufrimiento se ha acabado para siempre...

... pero... ¿y si no se acaba todo con la muerte? ¿Y si la muerte no es el fin del sufrimiento? ¡Eso sí que sería una mala jugada!

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