Una vez leí que un lector de blogs literarios estándar puede asimilar como mucho 25 posts al mes de un mismo bloguero. Y, además, ¡que sean cortos! Eso es lo que he procurado hacer desde entonces, publicar como mucho 25 posts al mes (cosa que quiere decir casi uno cada día; sólo uno cada vez y no todos los días). Pero me doy cuenta que últimamente los posts que necesito publicar ya no me caben en esta cifra...
Esta es la razón, también, por la que mis categorías tiene como mucho 25 posts, para que si alguien quiere leerse una categoría entera no se encuentre con que hay 2000 posts de la misma categoría y no pueda abarcarlos de una sola leída. O sea que las categorías tienen 25 posts para que, si alguien quiere leer por categorías, pueda hacerlo pausadamente. Me parece que agrupando los posts en grupos pequeños hay más posibilidades que los abarque alguien interesado en leerlos todos, incluso alguien interesado en leer solamente unos cuantos...
La organización de la información en mi blog está pensada para facilitar la lectura. El problema surge cuando soy yo misma que se salta sus propias normas, que tengo precisamente para facilitar el seguimiento del blog, y empiezo a publicar posts desaforadamente...
O sea que me estoy conteniendo.
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