lunes, 17 de enero de 2011

El misterio de la poesía

Creía que esto que aquí y ahora hubiera más poetas que lectores de poesía era un síntoma de la inestabilidad y la decadencia de nuestro tiempo... pero, el otro día, leyendo uno de los ensayos de Montaigne, me enteré que en su época y su país también pasaba... que había más personas escribiendo poesía que personas leyendo poesía... o sea que debe ser algo universal, propio de todas las comunidades de seres humanos, y no un defecto concreto que muestra la incultura de nuestra tierra... para acabar de confirmar esta teoría, ya que parece que la ley se cumple para el catalán, el castellano de la península y el francés medieval, haría falta saber si, por ejemplo, en lengua inglesa también hay más poetas que lectores de poesía... y si en otras lenguas también pasa lo mismo: chino, polaco, algún idioma africano... ¿Había más poetas que lectores de poesía en la Roma clásica? ¿Y en Grecia? Para saber si eso es una ley universal haría falta saber si se cumple en todas las lenguas, todas las culturas y todas las épocas...

Pero, en caso que se confirmara que eso que haya más poetas que lectores de poesía es una característica de todas las comunidades humanas y de todas las literaturas y que además ha pasado siempre... yo me pregunto... ¿cómo puede sobrevivir una actividad que en términos económicos hay más gente produciéndola que gente consumiéndola? Siempre hemos sabido que la poesía es la cosa más anti-económica que hay, pero... ¿hasta el punto de contradecir la ley de la oferta y la demanda? (Y la ley del sentido común.) ¿Cómo es que no ha desaparecido una actividad en la que siempre ha habido más gente haciéndola que necesitándola? (O más gente que ha necesitado hacerla que gente que ha necesitado consumirla...) Si no se ajusta a la lógica, ¿para qué narices sirve la poesía?

Me parece que el misterio de la magia de la poesía es, todavía, un tema a explorar para los seres humanos... Sobre todo, por la parte más cientifista y racionalista de los seres humanos... La supervivencia misma de la poesía demuestra que hay “paquetes de realidad” que se escapan a la medición y la razón... Y la respuesta podría estar en la palabra “necesidad”. Los objetos de consumo son útiles en la medida que los necesitamos, aunque la poesía no es un objeto de consumo, y medirla en términos económicos es bastante absurdo. La poesía la necesitamos aunque no sea “útil”... Inútil para nada práctico, pero insustituible para la “elevación espiritual”, eso que sólo parece necesitar un humano entre cada mil humanos... Y eso es lo que me extraña... ¿sólo para un humano entre cada mil humanos ha sobrevivido la poesía? En nuestro mundo hecho de grandes cifras, este debería ser el primer punto de maravilla.

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