sábado, 23 de octubre de 2010

Tomar medidas

Pues sí, desde que tengo el servicio de estadísticas de blogger se ha demostrado no tengo ni diez lectores habituales, entre los dos blogs. Sí amigos, sois una selecta micro-minoría los que disfrutáis de mis escritos. Tengo pocos lectores, pero buenos lectores, y yo estoy por al calidad, no por la cantidad. Ahora, si he de ser sincera, saber que tengo tan y tan pocos me ha dejado un sabor agridulce. Si quiero ser una gran escritora y pasar a la historia y estas cosas... voy un poco desencaminada, francamente. Por todo ello se impone tomar alguna medida.

Se me ocurrido que igual si publico una foto mía en bikini subirá la audiencia... pero entonces he pensado que una chica gordita en bikini no sube ninguna audiencia y que quizá lo que haré será asustar a los pocos lectores que ya tengo... Además, es que en estos momentos no tengo ni un bikini decente donde meterme. Me parece que tendré que pensar en otra cosa.

¿Qué más podría hacer? ¿Cantar una copla? ¿Regalar piruletas? No sé, pero aquí sí que se impone “pensar mucho sobre el tema”, porqué subir la audiencia es algo que me da la impresión que va a costar.

A pesar de todo... ¿por qué escribo? Para expresarme. Y escuchada me siento igual si tanto si tengo diez lectores como si tengo uno solo. Quiero decir que, aunque me lea poca gente, me lee alguien, y eso ya es algo. Es que para un solo lector también escribiría. No diré aquello de “escribo para mí misma”, porque si escribiera sólo para mi misma no lo publicaría en el blog, pero si que considero importante a la hora de escribir escribir para satisfacerse a una misma, sin hacer concesiones a si pensamos que va tener éxito o no. Eso no es un anuncio de nocilla. No se trata de dar al público lo que quiere sino lo que tu quieres dar, lo que puedes dar y lo que necesitas dar. Ahora, entiendo que de esta manera no tendré nunca demasiados lectores... pero en fin. Supongo que es muy fácil si no tienes muchos lectores decir que no te importa demasiado tener pocos lectores. A mi sí que me sabe mal tener tan pocos lectores, pero lo que no haré será cambiar los temas o la manera de escribir para arrastrar alguno más, porqué además seguro que no serían de tanta calidad como los que ya tengo, y todavía asustaría a estos. Y además, yo siempre había querido tener éxito entre los “happy few”, y ya lo dice la palabreja, “few” (pocos en inglés). Pero en un mundo donde todo se mide en millares de seguidores (los del twitter por ejemplo, parece que si no tienes cinco mil seguidores no eres nadie), cuesta hacerse a la idea que estar haciendo algo tan minoritario tiene algún valor. Y es muy fácil decir que no quieres competir en el terreno del gigantismo cuando eres un pitufo y aunque quisieras competir en él no podrías. Ahora, quien no se conforma es porqué no quiere, y se ha de mirar la parte positiva de las cosas. Aunque a mí me encanta recrearme en la parte negativa... La voluntad de tener muchos lectores está ahí, pero tal y como escribo ahora, no teniendo que cambiar algo para tenerlos, porqué entonces ya no tendría ninguna gracia, teniendo en cuenta las razones por las que escribo, que principalmente son poder hacer las cosas a mi manera, como mínimo en esta parcela de mi vida, ya que en otras parcelas no tengo tanto poder de decisión. El hecho de no tener remuneración pecuniaria me permite poder permitirme el lujazo de tener sólo diez lectores y continuar funcionando y de poder hacer lo que me dé la gana. Alguna ventaja había de tener no ganar dinero escribiendo... Quiero decir que la libertad e independencia de que disfruto no la tendría si mi blog no tuviera un micro-tamaño o unos patrocinadores a satisfacer. En casa de patrón no manda marinero.

O sea que nada... os seguiré el rastro en las estadísticas... y, si jamás publico una foto mía en bikini será para subir la audiencia, no os asustéis...

1 comentario:

La hurmiga dijo...

Si no tienes un bikini decente publica la foto sin bikini. A nosotros no nos molesta.