lunes, 6 de septiembre de 2010

Desgana

Estos días no tengo muchas ganas de escribir en el blog. No se me ocurre nada. No sé exactamente porqué pasa eso. Me acuerdo de una conferencia sobre blogs en que Biel Mesquida dijo que si tienes un blog “no puedes dejarlo abandonado”... Es decir, que estás moralmente obligado a escribir cada día. Ahora, entonces puede ser que te salga alguien diciendo que “escribes demasiado”, como me ha ocurrido a mí. ¿Qué significa “escribir demasiado”? Yo escribo lo que necesito escribir, ni más ni menos. Ahora, quizá sí que debería replantearme eso de escribir cada día y dar un respiro a los lectores... Puede parecer un tópico, pero nadie está obligado a leerme, y si me lee, a leerme cada día... ya sé que hay lectores que sólo se dejan caer por el blog de vez en cuando... Supongo que en mi blog hay poca variedad, y que mis textos resultan pesados y aburridillos, aunque a mí me parezcan muy interesantes. Son poco “comerciales”, algo que no quiere decir necesariamente que sean buenos, porqué también hay literatura minoritaria mala. ¡Y yo que quería que me leyeran los “happy few”! (Aunque estoy muy contenta con los lectores que tengo). Pues nada, que hoy empieza una nueva temporada, y me gustaría volver a publicar el blog cada día, después de las intermitencias estivales, pero no sé si me ocurrirá un post cada día o sólo alguno de vez en cuando. Por no hablar del montón de cosas que me gustaría decir y que, como pienso que es mejor no decirlas, me bloquean y le ponen el tapón a mi creatividad. Pues así vamos... ¡Qué tengáis un buen retorno al trabajo!

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