sábado, 20 de marzo de 2010

La imaginación al poder

Stephen King dice que está bien tener imaginación (él al menos ha sacado mucho partido de la suya), pero que si se te desboca a las tres de la madrugada, cuando en casa todo el mundo duerme (o peor, si estás solo en casa) y las sombras de la noche se esconden por los rincones, puedes pasarlo realmente mal. Evidentemente, cuando hubo dicho esto ya salió la mente preclara –de mentes preclaras las hay a montones en la red- declarando que con el provecho que Stephen King había sacado de su imaginación, que no le viniera con historias de despertarse bañado en sudor frío a las tres de la madrugada. Estoy segura que eso lo dijo alguien que no tenía imaginación, y que no se había despertado nunca a las tres de la madrugada por culpa de una pesadilla desbocada que continua sola una vez estás despierto. Puede ser muy duro tener la imaginación fuera de control a las tres de la madrugada. Es cierto que poniendo la radio enseguida te vuelve el color, pero sólo falta que para reblar el clavo a aquella hora suene uno de esos programas de fantasmas. Por suerte siempre nos quedaran los 40 principales. La imaginación es indispensable para cualquiera que se dedique a escribir, y en general a cualquier actividad artística, pero según como también puede ser un arma de doble filo para aquel que “crea”.

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