domingo, 21 de marzo de 2010

Iluminaciones de buena mañanita

Normalmente, los posts del día siguiente se me ocurren el día anterior por la noche. Pienso un poco en el próximo post antes de irme a dormir. Ayer se me ocurrió uno antes de irme a dormir – siempre se me suele ocurrir alguno a aquella hora- y mira por donde ahora no me acuerdo. ¿De qué narices pensé que querría hablar? Normalmente, si no me acuerdo, significa que el post no valía la pena. Como decía aquel “la memoria es un buen crítico”. Pero eso no quita que me de mucha rabia no acordarme.... ¡qué desaprovechamiento de ideas! Si fuera por todos los post que he pensado y he olvidado, lo que se puede considerar “mi blog” ocuparía el doble de espacio. Pero, claro, la mayoría de cosas que se me ocurren son irrelevantes a la hora de ser trasladadas a la escritura. (Y tampoco nadie me asegura que las ideas que al final traslado a la escritura no lo sean, de irrelevantes, también...) En fin. Que me da rabia haberme olvidado del post que se me había ocurrido. ¿Me hago vieja? Dice que sólo “recordamos bien aquello que nos interesa, sobretodo si es para hacer daño a alguien o para obtener algún poder”; (¡!), carai, quien escribió eso se quedó bien descansado... En todo caso yo no recuerdo qué quería escribir, pero sé que si la idea era buena y es algo que me interesa de verdad volveré a encontrar el hilo y que la idea me volverá a la cabeza. Ahora, también puede ser que fuera completamente irrelevante y que no vuelva a pensar en ella nunca más... Pues nada. A esperar la “iluminación”. Y no hace falta que me digáis que soy una iluminada, perqué lo sé perfectamente.

1 comentario:

Ferragus dijo...

Por lo general, intuyo que las cosas capitales se olvidan, o no alcanzamos a asir; sólo nos quedamos con aquello que requiere nuestro trabajo para darles forma. He sentido ‘chispazos’ que contienen los más maravillosos textos, mas estos se diluyen entre los rincones de las ideas y el lenguaje.
Y sí, eres iluminada. cariños.