lunes, 29 de marzo de 2010

Intimidad en la ventana


Algo en lo que me he fijado es que cuando me dirijo a los lectores, digo “vosotros”, no digo “tú”. Soy consciente que, como cada lector me lee individualmente desde su agujerito, debería tratarlo en singular, creando una intimidad entre nosotros: “tú que me lees...” Pero, por alguna razón, eso no me sale. Pienso en los lectores como una masa indiferenciada a la que sólo puedo dirigirme con un distanciador “vosotros”; siento los lectores como si fueran el público de un teatro. Los monologuistas se dirigen siempre a un “vosotros”, buscando la complicidad de este “vosotros”; cuando hablo en el blog me siento como un monologuista de pequeño teatro-café, antes que cualquier otra cosa. Por ello, me dirijo a “vosotros”, y no a ti, que me acoges desde tu ventana abierta al mundo. “Tú” también formas parte de este “vosotros”, pero tú y yo no podemos permitirnos más intimidad. Quizá algún día...

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