viernes, 18 de diciembre de 2009

Las conclusiones del rey Salomón

Mira por donde, al final he llegado a una especie de reconciliación con mi poeta-inspector. ¿Os acordáis que decía que todos los inspectores que había conocido en la vida real eran corruptos y que me hacía muy mala espina que un poeta, como el que yo acababa de conocer y admirar, fuera inspector de colegios? Pues al final he llegado a la conclusión que los inspectores, si inspeccionan lugares donde se trate con dinero, pueden ser corruptos, pero los inspectores de colegios, como que en un colegio no se trata con dinero, no si se trata se trata poco, (no en vano existe el dicho “pasas más hambre que un maestro de escuela”), no existen tantas posibilidades que sean corruptos. ¿Qué os parece? Así puedo mantener la buena opinión que tenía de mi poeta, y puedo continuar pensando mal de los inspectores... (de los que inspeccionan lugares donde se trata con mucha pasta). Me parece una solución salomónica.

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