Dicen que los fabricantes de ropa hacen las tallas cada vez más pequeñas
para que la población femenina viva acomplejada. No sé lo suficiente para saber
si esto es así o si este relato es solamente otra manifestación de una teoría
de la maquinación, es decir, una simple paranoia que solamente se creen las
personas vulnerables a creerse paranoias, gente simple que cree que vivimos
manipulados por los medios de comunicación...
Solamente quien ha sido joven y ha tenido sobrepeso puede saber la
frustración de entrar por primera vez en una tienda para chicas de su edad (la
tienda más de moda y con más glamour), y que nada de nada te vaya
bien... Ni una colilla apagada se siente más mal, más marginada, más inútil...
Creer que el hecho que nada te vaya bien es fruto de una maquinación para
tenernos insatisfechas alivia un poco... En momentos así te agarras a cualquier
explicación para no sentirte “inadecuada”... Esta ropa tan chula no me va bien
porqué es una maquinación, claro. Claro.
De todas formas, con teoría de la maquinación o sin ella, ¿es que tener un
poco de sobrepeso es algún mal? Siempre nos quedaran las tiendas de tallas
grandes... Que principalmente tiene solamente estampados para señora gorda...
Pero, en fin, con los años una se acepta más, solamente hace falta renunciar a
aspirar a vestirse en tiendas con glamour. El glamour quizá se
echa de menos a los quince, pero no debería echarse de menos a los cuarenta, me
parece. E incluso hay chicas gorditas que consiguen vestirse con glamour,
y no solamente con los típicos estampados para señora gorda... Las admiro.
Admiro a todo el mundo que dedica tiempo y esfuerzo a su vestuario; pero no es
mi caso.
Yo me oriento muy bien en cualquier librería, entre libros
estoy en mi salsa. Pero en una tienda de ropa me siento como si caminara entre
arenas movedizas... En una tienda de ropa soy un pez fuera del agua. Ir a
comprar ropa me angustia... ¡Y aquellos eternos estampados para señora gorda!
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