jueves, 22 de octubre de 2015

Los días sin internet

Creía que estos días sin internet recordaría como era la vida cuando no existía internet. Pero no he recordado nada especial o especialmente destacable. Antes este deseo difuso de querer tener conexión y no poder tenerla era una frustración que no existía, y bien que se vivía y bien que no lo echábamos de menos. Ni nos podíamos imaginar qué era sentirnos frustrados por no poder tener internet. Solamente he recordado que ahora tener internet se considera un derecho humano, y que una ventana de ordenador con conexión es la llave de acceso a todo, es una ventana abierta al mundo, y que ya no puedo vivir sin ello. Ya lo dicen: el pasado es un país extranjero, allí las cosas se hacen de otra forma. Ahora, hoy en día, el acceso a internet es la clave de acceso a todo. Poder navegar por internet te hace sentir existente. Estos día sin internet también he existido, pero en blanco y negro, sin relieve. Existir conexión a internet es existir en colores, es existir en relieve, es existir. Es tener el poder, es estar conectado, es tener todas las posibilidades. Para mí significa escuchar y ser escuchada (el blog), y sobre todo significa poder escuchar todo tipo de música, y significa encender el ordenador con aquella ilusión... Antes no existía el internet ni existía la frustración de no tener conexión a internet... y también vivíamos, y no lo echábamos de menos, y también escuchábamos música, y también sonreíamos (a veces)... Pero... ¿quién se acuerda? Y, ¿quién lo echa de menos? Y, ¿quién querría volver a ello? Con internet la soledad es mucho más entretenida...

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