martes, 4 de agosto de 2015

El espectáculo del drama

Escucho por la radio la noticia de un drama humano, uno de los muchos desastres humanitarios que se permiten en nuestro mundo. Me horroriza, pero no quiero hacer el típico post sobre la maldad el mundo, la mezquinez de la vida, la inquinia de las personas... La mala literatura está llena de sentimientos nobles, y solamente con sentimientos nobles no se arregla nada. Y, además, ¿qué podría hacer, yo? Se hace como todo el mundo, se mira hacia otro lado, y ya está.

Un ciudadano europeo que escucha una noticia como esta (que se la encuentra entre las rebanadas de su desayuno), puede sentirse horrorizado, pero continua con sus vacaciones... para comer le espera una paella y... Mientras pasa todo esto a pocos kilómetros; y tampoco podría hacer nada.

Se pueden tener los sentimientos nobles que se quiera, pero el mundo continua igual, las crisis humanitarias continúan igual, y continuamos incapaces de hacer nada.

* * *

Una vez alguien dijo que la única forma de hacer un mundo mejor es hacer aquello que nos gusta...

Ojalá fuera verdad, y solamente leyendo y escribiendo se pudiera hacer de verdad un mundo mejor...

Y esto sin querer ser una escritora comprometida, figura que admiro mucho, pero que ha daría miedo ser. (Hay países en los que ser un escritor comprometido es chungo). Y, además, es duro decir esto, pero la mayoría de escritores a los que admiro (como escritores), no lo eran, de escritores comprometidos... más bien... en fin.

Admiro mucho la valentía de todo aquel/la que se compromete con una causa justa en la que cree, pero yo quiero ser escritora antes de estar comprometida con ninguna causa, por justa que sea. Quiero estar comprometida con la escritura misma. No sería sincera si no reconociera mi egoísmo en esto, egoísmo que llega más allá de cualquier causa noble. Además, siendo un ama de casa, ¿qué se les puede decir a todos estos del poder que por vergüenza de todos permiten tantas cosas?

No sé si la escritura a secas, la escritura no comprometida, puede ayudar a hacer un mundo mejor, pero a mí me ayuda mucho. No escribo para luchar por un objetivo, sino por la expresión, por la escritura misma, y por la minúscula lucha personal de levantarme cada mañana.

Que ahora existan los blogs y esto salga a la luz es casual: estuve muchos años escribiendo solamente para mí misma. Cuando escribía para  mí misma no me esperaba nadie, al final de mi escritura. Ahora, en el blog, me espera todo el mundo y continua sin esperarme nadie al mismo tiempo.

Ojalá no hiciera falta escribir sobre la maldad, la iquinia, la mezquinez... Y aunque me corroan unos sentimientos nobles completamente inútiles antes estas catástrofes que afectan seres humanos, la realidad es otra cosa, y solamente con sentimientos nobles no se va a ninguna parte ni se arregla nada.

Y sé perfectamente, aunque me duela, que para escribir algo bueno de verdad, alguien que escribe tiene que saber desprenderse de escribir solamente con sus sentimientos nobles, porqué un ser humano puede ser bien, pero también puede ser mal, y se necesita lo peor de uno mismo para conseguir lo mejor. Luchar para conseguir una imagen justa del mundo (lo que debe hacer todo aquel quien escribe) es muy complejo, y no es lo mismo que luchar para conseguir un mundo más justo. Aunque sean cosas que se parezcan y a veces se confundan, hay entre ellas una diferencia sutil.


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